viernes, 27 de junio de 2025

El amor al dinero trae sus consecuencias

 

Pues el amor al dinero es la raíz de toda clase de mal; y algunas personas, en su intenso deseo por el dinero, se han desviado de la fe verdadera y se han causado muchas heridas dolorosas.

1 Timoteo 6:10. NTV.


Lectura: 1 Timoteo 6:9-10.  Versículo del día: 1 Timoteo 6:10


MEDITACIÓN DIARIA


No es que el dinero sea malo; lo malo es no entenderlo como lo que es. Es necesario tenerlo porque de él nos abastecemos, pero cuando se pone por encima de cualquier otra cosa o persona está muy mal. Cuando se quiere tener y tener así sea pasando por encima de otras personas y haciendo daño, está mal. El codiciarlo, también nos hace daño. El uso desordenado del dinero y de la codicia pueden acarrear muchos problemas e incluso desviarnos de la fe. Una pasión desmedida por las riquezas resulta siendo idolatría y recordemos que la idolatría es pecado. La codicia es querer más y mucho más, con el fin de demostrar status social o poder; con un enfoque de acumulación. La codicia fácilmente se convierte en avaricia, puesto que la avaricia es una forma extrema de codicia. Lo mejor que podemos hacer para no caer en esto, es ser buenos administradores del dinero que el Señor nos ha dado, enfatizando la honestidad, la previsión y la generosidad evitando la avaricia y utilizando los recursos sabiamente, no solo para el beneficio propio sino de los demás. Por esto mismo, me parece importante que en cada hogar se haga un presupuesto teniendo en cuenta que el Dueño de todo el oro y la plata del mundo es Dios.


Amado Señor Jesús: gracias por enseñarnos el valor del dinero a través de tu Palabra. Gracias porque nos muestras cómo debemos administrarlo; te pedimos sabiduría para saberlo manejar y quita el deseo engañoso de acumular riquezas para no caer en la codicia ni en la avaricia. Enséñanos a compartir sabiendo que si Tú nos das es para bendecir también. Gracias, bendito Señor, porque todo es Tuyo y todo proviene de Ti; aquí, solamente somos administradores de todo cuanto Tú nos has dado. Permite que llevemos con sumo cuidado esta misión. Gracias, muchas gracias Señor Jesús.


Un abrazo y bendiciones.

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