lunes, 2 de junio de 2025

No seas incrédulo como Tomás

 Así que los otros discípulos le dijeron: ¡Hemos visto al Señor! Mientras no vea yo la marca de los clavos en sus manos, y meta mi dedo en las marcas y mi mano en su costado, no lo creeré —repuso Tomás. 

Juan 20:25. NVI.


Lectura: Juan 20:19-30.  Versículo del día: Juan 20:25.


MEDITACIÓN DIARIA


El Señor se les apareció a los discípulos después de su resurrección, pero Tomás no se encontraba en ese momento reunido. Cuando llegó, ellos le contaron, pero Tomás no creyó. ¿Te pasa lo de Tomás? ¡Te cuesta creer que Jesús vino al mundo para salvarnos?  Tal vez, no pongas tu mano en su costado ni veas las llagas en sus manos y pies, pero Jesús es real. Invítalo a tu vida y podrás comprobar que Él es quien dijo ser: “Jesús le contestó: —Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie puede ir al Padre si no es por medio de mí” (Juan 14:6. NTV). Jesús es el Hijo de Dios, muerto y resucitado, quien dio la vida por ti y por mí. Con Jesús tendrás la promesa de una vida eterna a su lado. Recíbelo en tu corazón para que sea Él mismo quien te demuestre cuánto te ama. Lo puedes hacer con una corta, pero sincera oración; Dios no está interesado en la belleza de tus palabras, sino en la sinceridad de tu corazón. Te invito a orarle así:


Señor Jesús: hoy decido creer que Eres el Hijo de Dios, quien moriste en una cruz y pagaste allí todo el precio de mi pecado. Toma el control del trono que yo manejo y hazme la persona que deseas que yo sea. Gracias Jesús por perdonar mis pecados, por amarme, limpiarme y por darme la vida eterna a tu lado. Amén.


Un abrazo y bendiciones.

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