—Yo soy el pan de vida —declaró Jesús—. El que a mí viene nunca pasará hambre, y el que en mí cree nunca más volverá a tener sed.
Juan 6:35. NVI.
Lectura: Juan 6:25-59. Versículo del día: Juan 6:35.
MEDITACIÓN DIARIA
El Señor Jesús le hace ver
a la multitud que lo seguía que eran los mismos que habían visto el milagro de
la multiplicación de los panes, que no importa el pan físico porque con este
volverán a tener hambre (vv. 26-34); pero Él es el verdadero pan bajado del
cielo y el que lo reconozca como enviado por el Padre tendrá vida eterna y Él
lo resucitará en el día final (v. 40).
Tú piensas y crees que
Jesús fue simplemente un profeta más o un líder religioso; incluso unos lo
tachan de líder político. Eso no fue Jesús de Nazaret. Él es el Hijo de Dios,
muerto y resucitado por ti. ¿Lo crees? Si lo crees entiendes perfectamente que
Jesús es el Pan de vida; o sea, quien te da el derecho a gozar de la vida
eterna. Pero si lo dudas o nunca lo has tomado, te invito a que lo hagas en
este momento con una corta oración.
Señor Jesús: sé
que cambiaste la historia de la humanidad en dos y que por lo tanto eres alguien
especial. Hoy decido creer en mi corazón que eres el Pan de vida enviado por el
Padre para que te conozcamos y por medio de Ti llegar a la vida eterna. Acepto
este reto y te invito para que tomes el control del trono de mi vida y me sigas
instruyendo por el camino tuyo. Perdona mis pecados y aumenta mi fe. Gracias
bendito Jesús.
Un abrazo y bendiciones.