Si se enojan, no pequen. No permitan que el enojo les dure hasta la puesta del sol.
Efesios 4:26. NVI.
Lectura: Efesios 4:
17-32. Versículo del día: Efesios 4:26.
MEDITACIÓN DIARIA
No es tan fácil como
parece quitar el enojo cuando no han lastimado o herido profundamente. Sin
embargo, Dios quiere que aprendamos a perdonar y a pedir perdón porque es la única
manera de no dejar interrumpir nuestra intimidad con Él. Lo más aconsejable es
que en el momento de ir a dormir hablemos con Dios y recordemos con quién estamos
enojados y por qué. Entonces, así tengamos o no la culpa vayamos hasta esa
persona y hagamos las paces con ella.
Los cristianos debemos de
actuar de diferente manera como lo hace el mundo. Pablo recomienda no vivir más
como lo hacen los paganos. Nosotros ya somos diferentes; debemos quitarnos el
viejo ropaje que llevábamos encima y ponernos las ropas nuevas que nos regala
el Señor Jesús. Ser renovados en la actitud de la mente, creada a imagen de Dios,
en verdadera justicia y santidad (v. 24). Nuestra conversación tiene que ayudar
a la sabia edificación con palabras que sean bendición para quienes las
escuchan. Recordemos que bendecir es buen decir; por eso debemos abandonar toda
amargura, ira, enojo, gritos y calumnias (por lo general, lo que siempre se da
en una discusión), siendo bondadosos y compasivos con todos perdonándose
mutuamente tal como Dios nos perdonó a nosotros. No podemos esperar que Dios
nos perdone si no perdonamos a los demás. Quizá tú dices ‘siempre soy así’; ‘esa
ofensa no la puedo olvidar’; ‘nadie me puede cambiar’, etc. ¡No hay excusa que
valga! Hay que perdonar porque esa es la orden.
Amado Señor: enséñanos
a amar, a pesar de… Queremos hacer tu voluntad y agradarte no solamente de
palabra sino de acción. Permite que cada día nuestro corazón sea más bondadoso
y compasivo entendiendo que aquello que juzgamos tanto, puede ser más tarde
motivo de caer nosotros. Muéstranos esta verdad para que de este modo no seamos
tan duros para saber perdonar y pedir perdón. No nos dejes acostar enojados
todavía. ¡Muchas gracias buen Señor!
Un abrazo y bendiciones.
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