miércoles, 22 de enero de 2020

No nos dejes acostar enojados


Si se enojan, no pequen. No permitan que el enojo les dure hasta la puesta del sol. 
Efesios 4:26. NVI.

Lectura: Efesios 4: 17-32.  Versículo del día: Efesios 4:26.

MEDITACIÓN DIARIA

No es tan fácil como parece quitar el enojo cuando no han lastimado o herido profundamente. Sin embargo, Dios quiere que aprendamos a perdonar y a pedir perdón porque es la única manera de no dejar interrumpir nuestra intimidad con Él. Lo más aconsejable es que en el momento de ir a dormir hablemos con Dios y recordemos con quién estamos enojados y por qué. Entonces, así tengamos o no la culpa vayamos hasta esa persona y hagamos las paces con ella.
Los cristianos debemos de actuar de diferente manera como lo hace el mundo. Pablo recomienda no vivir más como lo hacen los paganos. Nosotros ya somos diferentes; debemos quitarnos el viejo ropaje que llevábamos encima y ponernos las ropas nuevas que nos regala el Señor Jesús. Ser renovados en la actitud de la mente, creada a imagen de Dios, en verdadera justicia y santidad (v. 24). Nuestra conversación tiene que ayudar a la sabia edificación con palabras que sean bendición para quienes las escuchan. Recordemos que bendecir es buen decir; por eso debemos abandonar toda amargura, ira, enojo, gritos y calumnias (por lo general, lo que siempre se da en una discusión), siendo bondadosos y compasivos con todos perdonándose mutuamente tal como Dios nos perdonó a nosotros. No podemos esperar que Dios nos perdone si no perdonamos a los demás. Quizá tú dices ‘siempre soy así’; ‘esa ofensa no la puedo olvidar’; ‘nadie me puede cambiar’, etc. ¡No hay excusa que valga! Hay que perdonar porque esa es la orden.

Amado Señor: enséñanos a amar, a pesar de… Queremos hacer tu voluntad y agradarte no solamente de palabra sino de acción. Permite que cada día nuestro corazón sea más bondadoso y compasivo entendiendo que aquello que juzgamos tanto, puede ser más tarde motivo de caer nosotros. Muéstranos esta verdad para que de este modo no seamos tan duros para saber perdonar y pedir perdón. No nos dejes acostar enojados todavía. ¡Muchas gracias buen Señor!

Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: