lunes, 27 de enero de 2020

Tú no dejarás al de corazón contrito y humillado


He visto sus caminos, pero lo sanaré; lo guiaré y lo colmaré de consuelo. 
Isaías 57:18 NVI.

Lectura: Isaías 57:1-21.  Versículo del día: Isaías 57:18.

MEDITACIÓN DIARIA

¿Cuántas veces nos pasa igual que a los que el profeta Isaías se refería en este capítulo? Somos tercos para escuchar y actuar de acuerdo como nos lo manda la Palabra de Dios. Dice aquí: “pero él prefirió seguir sus obstinados caminos” (v. 17). De un modo u otro el Señor nos llama para que volvamos nuevamente a Él; estamos ya tan arraigados al mundo que no ponemos atención a sus palabras. Cuando hemos recibido a Cristo como Señor y Salvador personal, Dios puede con su amor cautivarnos nuevamente y no dejarnos avanzar por senderos equivocados.
Le doy gracias a Dios porque ayer en la predicación supe que el Señor hablaba directamente a mi corazón. Su amor y misericordia son tan grandes que no deja de asombrarme: “Yo habito en un lugar santo y sublime, pero también con el contrito y humilde de espíritu, para reanimar el espíritu de los humildes y alentar el corazón de los quebrantados” (v. 15). Sí; Jesús vino a reinar en mi corazón, sin que le importe mi terquedad. Me ama tanto, que solo está esperando mis palabras de: ‘perdóname Señor’, para envolverme en sus brazos y cargarme hasta su redil de nuevo.

Mi Amado Señor: ¡Perdóname! He sido demasiado necia a tu Palabra. Tú Eres el Alto y Sublime que habitas en la eternidad. Tu Nombre es Santo y Tú no dejas al contrito y humilde de espíritu. Vienes a mí para reanimarme a seguir Contigo consolándome y reconfortándome con tu gracia. Sé que no es fácil mi Señor, pero Tú serás con tu Santo Espíritu levantando mi ánimo y dándome el dominio propio para utilizar como debe ser el libre albedrío que me has provisto. Gracias por tu amor. Lléname con él; que no necesite nada del mundo ni me deje llevar por sus deseos. Solamente quiero seguirte mi Jesús. ¡Te amo!

Un abrazo y bendiciones.

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