miércoles, 29 de enero de 2020

La misión del esposo va más allá


Esposos, amen a sus esposas, así como Cristo amó a la iglesia y se entregó por ella para hacerla santa. Él la purificó, lavándola con agua mediante la palabra, para presentársela a sí mismo como una iglesia radiante, sin mancha ni arruga ni ninguna otra imperfección, sino santa e intachable. 
Efesios 5:25-27. NVI.

Lectura: Efesios 5:21-33.  Versículos del día: Efesios 5:25-27.

MEDITACIÓN DIARIA

No pensemos las mujeres que Dios a nosotras nos ordenó someternos a los esposos y que entonces, ellos llevarían la mejor parte. De ninguna manera; también dice con anterioridad: “Sométanse unos a otros, por reverencia a Cristo” (v. 21). O sea que al esposo también le corresponde someterse a su esposa. Por otro lado, no llevan ellos la mejor parte y analicemos el porqué. “amen a sus esposas, así como Cristo amó a la iglesia y se entregó por ella”. ¿Hasta dónde tiene que amar el esposo a la esposa? Hasta el punto de dar su vida por ella, si es necesario. Y amarla de ese modo ¿para qué? Para hacerla santa, pura y limpia. Para presentársela a sí mismo como una mujer radiante, sin mancha ni arruga ni ninguna otra imperfección. Esto conlleva al esposo a cumplir su misión mucho más allá de lo que él mismo se puede imaginar, levantando la autoestima y el desarrollo emocional de su mujer, haciéndola sentir segura en sus brazos, amada, respetada y enaltecida por lo que ella es. Claro, cuando se ama verdaderamente es fácil demostrar este amor.
Mujeres, oremos porque nuestros esposos comprendan en su totalidad lo que es amar a su esposa y a la vez para que nosotras actuemos como mujeres sabias aportando lo que nos corresponde.

Señor Jesús: ponemos delante de Ti los hogares que bien sabemos son la prioridad de destrucción del enemigo. Enséñanos a las mujeres a actuar con cordura y prudencia como mujeres sabias e inteligentes y de este modo encauzar a los esposos hacia el amor verdadero como el que Tú manifestaste a tu Iglesia. Graba en los corazones de ambos cónyuges lo que a cada uno le corresponde, para así edificar hogares cimentados en tu Palabra. Gracias bendito Señor.

Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: