sábado, 11 de enero de 2020

Su obra completa por ti


Todos andábamos perdidos, como ovejas; cada uno seguía su propio camino, pero el Señor hizo recaer sobre él la iniquidad de todos nosotros. 
Isaías 53:6. NVI.

Lectura: Isaías 53:1-12.  Versículo del día: Isaías 53:6.

MEDITACIÓN DIARIA

El profeta Isaías predijo el sufrimiento que pasaría el Señor Jesucristo quinientos años antes de que sucediera. Miremos algunos de los hechos: Dice que creció como vástago seco; que no había en Él belleza ni majestad alguna; fue despreciado y rechazado por los hombres. Hecho para el sufrimiento. Fue despreciado y no lo miramos (vv. 2-3). “Ciertamente él cargó con nuestras enfermedades y soportó nuestros dolores, pero nosotros lo consideramos herido, golpeado por Dios, y humillado. Él fue traspasado por nuestras rebeliones, y molido por nuestras iniquidades; sobre él recayó el castigo, precio de nuestra paz, y gracias a sus heridas fuimos sanados”; “Maltratado y humillado, ni siquiera abrió su boca; como cordero, fue llevado al matadero; como oveja, enmudeció ante su trasquilador; y ni siquiera abrió su boca” (vv. 4-5 y 7).
Todos, absolutamente todos, hemos pecado y por consiguiente necesitamos de un Redentor. El Señor Jesucristo; el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin, el Gran Yo Soy, hecho hombre para recaer sobre Él, todo el peso de nuestras transgresiones: “Fue arrancado de la tierra de los vivientes, y golpeado por la transgresión de mi pueblo” (v. 8b).
Así que, si pensabas que la muerte de Jesús fue simplemente un acontecimiento más, estás completamente equivocado. Todo el capítulo 53 de Isaías nos hace ver la realidad de lo que al Señor Jesús le tocó vivir. Lo mejor de todo, lo hizo todo por amor, dejándonos el ejemplo más maravilloso que pudo darnos. Este Mesías sufriente, dijo que volvería al final de los tiempos como el Mesías reinante, como el Rey de reyes y Señor de señores; Él desea que todos lleguemos al arrepentimiento y su obra sea completa para ti. Te invito a orar así:

Jesús, amigo mío: Ahora entiendo todo lo que pasaste por mí con la pasión y muerte tuya de manera no solo humillante sino también denigrante. Toma mi vida de tu amor y hazme la persona que deseas que yo sea; gracias por perdonarme y limpiarme. ¨Te amor Señor!

Un abrazo y bendiciones.

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