viernes, 17 de enero de 2020

Hoy recordando, lo que soy para Ti


En este día mi devocional será diferente, (todos los versículos referidos son tomados de la Nueva Versión Internacional). Ha llegado el momento de hablar con mi Señor para alabarle y adorarle por sus promesas respecto a mi vida.

Mi Señor: “Tus ojos vieron mi cuerpo en gestación: todo estaba ya escrito en tu libro; todos mis días se estaban diseñando, aunque no existía uno solo de ellos” Salmo 139:16. Sí mi Señor, supiste el momento exacto para engendrarme; aún hay cosas que no entiendo, pero Tú lo sabes todo porque: “Antes de formarte en el vientre, ya te había elegido; antes de que nacieras, ya te había apartado” Jeremías 1:4. Sé que no fue casualidad mi nacimiento y el que me buscaras. Lo hiciste por amor a mí: “El gran amor del Señor nunca se acaba, y su compasión jamás se agota. Cada mañana se renuevan sus bondades; ¡muy grande es su fidelidad!” Lamentaciones 3:22-23. Me ofreces cada nuevo día, tu amor inagotable. Tú sigues siendo igual de fiel, aunque yo no lo soy contigo. Me sigues guardando y hablando amorosamente: “Aun en la vejez, cuando ya peines canas, yo seré el mismo, yo te sostendré. Yo te hice, y cuidaré de ti; te sostendré y te libraré” Isaías 46:4. “Me has dado a conocer la senda de la vida; me llenarás de alegría en tu presencia, y de dicha eterna a tu derecha” Salmo 16:11. Te doy gracias mi Jesús porque para Ti, sigo siendo la misma. Me sigues arrullando y amando igual que el primer día que vine a refugiarme en tus brazos. Solo te pido hoy, en esta fecha especial para mí, que retomes mi vida; que vuelvas a llevarme a ese primer amor Contigo. Por favor, Dulce Jesús, no me sueltes de tu mano. Sostenme y líbrame de todo lo que a Ti no te agrade. Dame el valor necesario para no caer en tentación y ser fuerte. Precioso Espíritu de Dios, ¡ven! Lléname de tu presencia y guíame por el camino recto para que no me desvíe ni a izquierda ni a derecha. Gracias mi Buen Amigo, Señor y Dios. Gracias mi Señor y Salvador. ¡Te amo y seguiré amándote por siempre!

Y esta es la respuesta de mi Buen Señor: “Por eso, ahora voy a seducirte: te llevaré al desierto y te hablaré con ternura.  Allí devolveré tus viñedos, y convertiré el valle de la Desgracia en el paso de la Esperanza. Allí me corresponderás, como en los días de tu juventud” Oseas 2:14-15. ¡Qué hermoso Eres Amado mío!

Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: