Él es mi Dios amoroso, mi amparo, mi más alto escondite, mi libertador, mi escudo, en quien me refugio. Él es quien pone los pueblos a mis pies.Salmo 144:2.
Lectura: Salmo 144:1-15. Versículo del día: Salmo 144:2.
MEDITACIÓN DIARIA
El Dios amoroso que nos cuida,
nos guarda, nos esconde, nos libera, pelea por nosotros y quien permite que
siempre estemos en la cabeza y no en la cola, nos regala sus ricas bondades y
estas son las deseadas para todos en el nuevo año que comienza:
“Que nuestros hijos, en su
juventud, crezcan como plantas frondosas; que sean nuestras hijas como columnas
esculpidas para adornar un palacio. Que nuestros graneros se llenen con
provisiones de toda especie. Que nuestros rebaños aumenten por millares, por
decenas de millares en nuestros campos. Que nuestros bueyes arrastren cargas pesadas; que
no haya brechas ni salidas, ni gritos de angustia en nuestras calles” (vv.
12-14).
“Queridos hermanos, oro para que
les vaya bien en todos sus asuntos y gocen de buena salud, así como prosperan
espiritualmente” (3 Juan 2).
El Señor permita que todos los
anhelos del corazón se cumplan. Lluvia de bendiciones en el 2014.
Amado Señor: Gracias por todos
los que siguen este devocional. Hoy te
pido por cada una de estas personas para que el año que está por comenzar sea
lleno de las ricas bendiciones tuyas.
Muéstrales su favor y hazles saber que cualquiera que sea la situación,
tú estarás ahí presente a su lado. Gracias por tu bondad y amor
incondicional. ¡Te amamos Señor!
Un fuerte abrazo.