martes, 31 de diciembre de 2013

Lluvia de bendiciones para todos



Él es mi Dios amoroso, mi amparo, mi más alto escondite, mi libertador, mi escudo, en quien me refugio. Él es quien pone los pueblos a mis pies.  
 Salmo 144:2.


Lectura: Salmo 144:1-15.  Versículo del día: Salmo 144:2.

MEDITACIÓN DIARIA

El Dios amoroso que nos cuida, nos guarda, nos esconde, nos libera, pelea por nosotros y quien permite que siempre estemos en la cabeza y no en la cola, nos regala sus ricas bondades y estas son las deseadas para todos en el nuevo año que comienza:
“Que nuestros hijos, en su juventud, crezcan como plantas frondosas; que sean nuestras hijas como columnas esculpidas para adornar un palacio. Que nuestros graneros se llenen con provisiones de toda especie. Que nuestros rebaños aumenten por millares, por decenas de millares en nuestros campos.  Que nuestros bueyes arrastren cargas pesadas; que no haya brechas ni salidas, ni gritos de angustia en nuestras calles” (vv. 12-14).
“Queridos hermanos, oro para que les vaya bien en todos sus asuntos y gocen de buena salud, así como prosperan espiritualmente” (3 Juan 2).
El Señor permita que todos los anhelos del corazón se cumplan. Lluvia de bendiciones en el 2014.

Amado Señor: Gracias por todos los que siguen este devocional.  Hoy te pido por cada una de estas personas para que el año que está por comenzar sea lleno de las ricas bendiciones tuyas.  Muéstrales su favor y hazles saber que cualquiera que sea la situación, tú estarás ahí presente a su lado. Gracias por tu bondad y amor incondicional.  ¡Te amamos Señor!

Un fuerte abrazo.

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