Si es posible, y en cuanto dependa de ustedes, vivan en paz con todos.Romanos 12:18.
Lectura: Romanos 12:9-21. Versículo del día: Romanos 12:18.
MEDITACIÓN DIARIA
El Señor manda que en cuanto
dependa de nosotros; y de nosotros depende muchas veces el estar bien con las
personas. No es fácil pedir perdón
cuando hemos ofendido y tampoco lo es aceptar disculpas cuando se han ido ‘lanza
en ristre’ en nuestra contra y nos han herido profundamente. Pero ahí está el detalle; depende
directamente de la persona afectada si hace las paces o no. En un mundo tan convulsionado e intolerante como
en el que vivimos, nos toca aprender a agachar la cabeza y seguir
adelante. No podemos ser gestores de más
violencia. Ya con la que vemos en medio
de la sociedad nos basta; entonces para qué llevarla hasta nuestros círculos más
íntimos. Así nos hayan indilgado de lo
más absurdo y cruel, si tenemos la conciencia tranquila, no nos dejaremos
llevar por insultos y atropellos que lo que buscan en precisamente eso:
robarnos la paz.
Si ese ha sido el caso busquemos
la paz del Señor; la que el mundo no puede dar porque es sobrenatural: “La paz
les dejo; mi paz les doy. Yo no se la doy a ustedes como la da el mundo. No se
angustien ni se acobarden”; “Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen
paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al
mundo” (Juan 14:27 y 16:32). Siempre me
ha gustado una frase que está en uno de los devocionales de mi Biblia: “La paz
no es la ausencia de dificultades; más bien es la certeza de la dulce presencia
de Cristo” (Francia Cedeño de Hernández - República Dominicana). Si el Señor mora en nosotros, pidámosle al
Espíritu Santo que nos permita brotar el fruto de su paz, con un corazón manso,
humilde y perdonador.
Busquemos la armonía y la paz con
todos. Ahora que murió este gran líder
Nelson Mandela, añoremos la paz y la
reconciliación y sigamos su legado.
Amado Señor: Enséñanos a ser
portadores de paz. No permitas que
nuestro corazón se deje influenciar por los odios y venganzas que afloran en
nuestros medios. Queremos buscar la paz tuya y seguirla porque es la verdadera,
y la que manifiesta que en verdad estás en nuestras vidas.
Un abrazo y bendiciones.
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