martes, 13 de junio de 2017

Así no lo entendamos, por su amor somos campeones de la vida

Sin embargo, en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. 
Romanos: 8:37.

Lectura: Romanos 8:1-39.  Versículo del día: Romanos 8:37.

MEDITACIÓN DIARIA

Nos afirma aquí su Palabra que los que viven según la naturaleza pecaminosa no son de Cristo. “Sin embargo, ustedes no viven según la naturaleza pecaminosa, sino según el Espíritu” (v. 9). Y este Espíritu es el que nos da vida, nos quita el miedo y quien nos adopta como hijos de Dios;  por tanto, debemos comportarnos como tal (vv. 12-15). Creemos que son muchas las aflicciones que vivimos y así salgamos de una para entrar en otra, bien dice Pablo: “De hecho, considero que en nada se comparan los sufrimientos actuales con la gloria que habrá de revelarse en nosotros” (v. 18). Lo más asombroso es que el bendito Espíritu que vive en nosotros, no nos dejará ni abandonará, “Así mismo, en nuestra debilidad el Espíritu acude a ayudarnos. No sabemos qué pedir, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras. (v. 26). Este capítulo es espectacular. ¡Hasta dónde Dios nos ama que está listo a tendernos su generosa mano y a motivarnos para continuar haciéndonos entender que si las cosas no salen como las esperábamos es porque Él en su infinita sapiencia dispone todas las cosas de manera que sean  para nuestro bien! (v. 28).
A pesar de sufrimientos y bajonazos de la vida hay algo seguro que nadie nos puede quitar: su gran amor. Nada nos apartará de él (vv. 35 y 38-39); y por su infinito amor es que somos más que vencedores. ¡Gloria a Dios!

Amado Señor: gracias por mostrarnos a través de tu Palabra que Contigo somos más que vencedores. Somos campeones de la vida así esta vida quiera ensañarse sacando a flote muestra debilidad. Gracias porque tu Santo Espíritu sale en favor nuestro gimiendo de manera tan especial que no hay palabras para expresarlo ni entenderlo. Gracias buen Señor por tanto amor derramado sin merecerlo. ¡Te exaltamos y te adoramos!
Un abrazo y bendiciones,

Dora C.

No hay comentarios: