viernes, 28 de noviembre de 2014

Es con su fuerza y poder




Fortalézcanse con el gran poder del Señor. 
Efesios 6:10.


Lectura: Efesios 6:10-20.  Versículo del día: Efesios 6:10.

MEDITACIÓN DIARIA

Satanás no se queda quieto; siempre está viendo cómo amargarnos la vida (vv. 11-12); pero para no darle cabida, hay que resistirlo y estar preparados para guerrear la batalla. En la lectura, Pablo antes de vestirnos con toda la armadura de Dios (vv. 13-18), nos insta a fortalecernos en el Señor y en el poder de su fuerza. Así está en otras versiones el versículo lo cual en mi concepto es más profundo y entendible, porque no podemos llegar a la batalla débiles y temerosos; es importante cobijarnos bajo su protección como lo hacía David: “Pero tú, Señor, me rodeas cual escudo; tú eres mi gloria; ¡tú mantienes en alto mi cabeza!” (Salmo 3:3), para después sí hacer uso de todo su poder y fuerza. Tenemos que reconocer que nuestra fuerza es limitada, mientras que la de Dios es grande y poderosa. Es incomparable la grandeza de su poder en favor de los que creemos y ese poder es la fuerza grandiosa y eficaz (Efesios 1:19). El poder de Dios es la base de la victoria espiritual y cuando salimos vencedores en las tribulaciones que se nos presentan, tenemos que reconocer que ha sido por el gran poder de Dios que nos ha dado la fuerza necesaria. Hay momentos críticos en los que sentimos desfallecer, pero gracias a Dios su poder se perfecciona en nuestra debilidad (2 Corintios 12:9).
Por último, así como Pablo le pidió a los suyos que oraran por él, yo les ruego lo mismo: “Oren también por mí para que, cuando hable, Dios me dé las palabras para dar a conocer con valor el misterio del evangelio. Oren para que lo proclame valerosamente, como debo hacerlo” (vv. 19-20 en la lectura) y también para que cada día me fortalezca con la grandeza de su poder. Muchas gracias.

Amado Señor: Gracias porque en verdad somos tan débiles que si no fuera por ti, en el primer problema claudicaríamos. Pero por tu divina gracia, nos has permitido conocerte y llenarnos de tu presencia para tener la fuerza y el poder que emanan de ti. ¡Contigo, somos más que vencedores!

Un abrazo y bendiciones.

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