Además, la gente debería comer, beber y aprovechar el fruto de su trabajo, porque son regalos de Dios.
Eclesiastés 3:13. NTV.
Lectura: Eclesiastés 3:9-15.
Versículo del día: Eclesiastés 3:13.
MEDITACIÓN DIARIA
Tener trabajo es un
regalo de Dios. Hay que valorarlo y tener en cuenta que no todos lo tienen.
Gracias a ese trabajo hay comida y muchas otras cosas como la de gozar de una
vivienda sea en arriendo o propia; quizá también tienes un vehículo para
movilizarte; puedes salir a un cine, a una obra de teatro, hacer mercado, sacar
a los hijitos a pasear, jugar con ellos. Todas estas cosas son fruto del
trabajo y como dice el versículo del día: “son regalos de Dios”. Entonces,
seamos agradecidos con Dios primero que todo, y también con la empresa con la
que se esté trabajando. Agradecidos, en mi caso, con esta nación que me abrió
sus puertas y nos ha dado tanto.
Seguro que, si tú buscas
por qué más cosas estar agradecidos, encontrarás una lista bien extensa porque
las bendiciones del Señor no se hacen esperar, viene una tras otra.
Amado Señor Jesús:
de verdad, que somos muy desagradecidos Contigo. Personalmente te pido perdón
por el hecho de no valorar tantos regalos que a diario nos das. Es que,
empezando por nuestra propia vida, que no es nuestra, es Tuya y no agradecemos.
Gracias bendito Señor por el trabajo, la comida; gracias por poder gozar con mi
esposo, con mis hijos, con los niños que son mis queridos Muñequitos. Gracias
también por mis amistades. Señor todos ellos, son regalos Tuyos que pones en
mis manos. Quiero Señor volcar mi corazón hacia Ti para darte gracias infinitas
por tanta bondad que has tenido conmigo. ¡Alabo Tu Nombre y te doy toda la
gloria y la honra! ¡Eres el Único que la mereces!
Un abrazo y bendiciones.
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