La humanidad entera sentirá temor: proclamará las proezas de Dios y meditará en sus obras.Salmo 64:9.
Lectura: Salmo
64:1-10. Versículo del día: Salmo 64:9.
MEDITACIÓN DIARIA
Los noticieros no dejan
de pasar noticias malas: homicidios, suicidios, atracos, violaciones,
violencia, corrupción, etc., etc., son el pan de cada día. El corazón del
hombre está endurecido y la maldad ya hizo colchón en su corazón. Estos
individuos están convencidos que no tienen a quién rendirle cuentas y hacen
caso omiso cuando se les habla de Dios. La Palabra de Dios es muy clara al
afirmar que no serán los de aquí o los de allá los que sentirán temor cuando
Dios se manifieste con todo su poder; será la humanidad entera la que al final
tendrá que reconocerlo y proclamarlo
como lo que dijo ser: el Gran Yo Soy; el que es, el que era y el que ha de
venir.
El Evangelio de las
Buenas Nuevas del Señor Jesucristo, el Salvador de la humanidad, se está
propagando a toda velocidad y esto es una buena oportunidad para no dejar las
cosas hasta el final. Dios en su infinita misericordia aguarda por todos: “Más
bien, él tiene paciencia con ustedes, porque no quiere que nadie perezca sino
que todos se arrepientan” (2 Pedro 3:9), para que lleguen al conocimiento de la
verdad (1 Timoteo 2:4). Entonces hay que dejar la rebeldía, el orgullo y la
autosuficiencia y desde ahora aceptar ese maravilloso regalo que Dios nos ofrece
a través de su Hijo Jesús: “Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo
unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida
eterna” (Juan 3:16).
Amado Señor: ¡Que se
regocijen todos los justos que buscan un refugio seguro en Ti! ¡Que te alaben
todos los de corazón arrepentido y que se han rendido a tus pies! Nosotros los
que ya te conocemos nos uniremos con ellos para adorarte y darte gracias por
estar entre tus elegidos. ¡Te amamos Señor y esperamos tu venida gloriosa!
Un abrazo y
bendiciones.
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