Después de que encarcelaron a Juan, Jesús se fue a Galilea a anunciar las buenas nuevas de Dios. Se ha cumplido el tiempo —decía—. El reino de Dios está cerca. ¡Arrepiéntanse y crean las buenas nuevas!
Marcos 1:14-15. NVI.
Lectura: Marcos
1:14-20. Versículos del día: Marcos
1:14-15.
MEDITACIÓN DIARIA
Después de su bautismo en el Jordán, Jesús empieza su
ministerio anunciando las buenas nuevas de Dios llamando al arrepentimiento.
Buenas nuevas que todavía después de dos mil años se siguen predicando y que
han hecho bien a la humanidad. Jesús como buen líder supo cómo administrar y
delegar funciones para lo cual buscó a sus primeros seguidores que fueron sus
discípulos. Así llamó a Pedro y a Andrés quienes eran pescadores: “Vengan,
síganme —les dijo Jesús—, y los haré pescadores de hombres” (v. 17). Luego pasó
por otro lugar y llamó a Jacobo y a Juan (vv. 19-20).
De este modo comenzó el Señor su misión aquí en la
tierra. Quizá tanto tú como yo también somos sus seguidores; y si lo
reconocemos como tal, entonces debemos igual que ellos aprender a ser
pescadores de hombres. En una palabra: divulgar el mensaje de las Buenas Nuevas
a todos los que podamos alcanzar. Esto es compartir del Señor a diestra y siniestra,
a tiempo y a destiempo: “2 Predica la Palabra; persiste en hacerlo, sea o no
sea oportuno; corrige, reprende y anima con mucha paciencia, sin dejar de
enseñar” (2 Timoteo 4:2). Todos los que hemos escuchado su voz, tenemos la
responsabilidad de divulgar este mensaje. Oro para que el Señor ponga en el
corazón de los que siguen el devocional, el querer expandir el Evangelio de
salvación: “pues Dios es quien produce en ustedes tanto el querer como el hacer
para que se cumpla su buena voluntad” (Filipenses 2:13).
Amado Señor: muchas gracias por haber fijado tus ojos
en nosotros y hacernos tus discípulos. Igual que Pedro le recomendó a Timoteo
el no desfallecer sino continuar con avidez, yo te ruego que los que ahora nos
llamamos tus seguidores, tengamos el suficiente coraje y decisión para
mostrarle al mundo caído que Tú eres el Dios por excelencia que todos
necesitamos para encontrar el camino de la verdad y llegar al reino tuyo. ¡Te
alabamos buen Señor y exaltamos tu Nombre por siempre! ¡Aleluya!
Un abrazo y bendiciones.
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