viernes, 28 de septiembre de 2018

Solamente Tú eres Dios y Señor


Por eso, despójate de lo pagano que hay en tu corazón, y ya no seas terco. Porque el Señor tu Dios es Dios de dioses y Señor de señores; él es el gran Dios, poderoso y terrible, que no actúa con parcialidad ni acepta sobornos. 
Deuteronomio 10:16-17. NVI.

Lectura: Deuteronomio 10:10-22.  Versículos del día: Deuteronomio 10:16-17.

MEDITACIÓN DIARIA

Si eres parte del pueblo de Dios, por lo tanto, estás en la tierra prometida. Así que ya es hora de no seguir con todas esas prácticas que solías hacer. “Nadie entre los tuyos deberá sacrificar a su hijo o hija en el fuego; ni practicar adivinación, brujería o hechicería; ni hacer conjuros, servir de médium espiritista o consultar a los muertos. Cualquiera que practique estas costumbres se hará abominable al Señor” (Deuteronomio 18:10-12). Dios demanda de ti, toda tu atención hacia Él. Olvídate de las prácticas paganas que hasta ahora has venido haciendo. Puedes pensar que jamás has dejado a Dios porque simplemente practicas una religión, pero Dios quiere de ti, mucho más. Él desea toda tu atención. Todo lo escrito en el Antiguo Testamento está corroborado en el Nuevo. El Señor te permitió conocerle para que también lo proclames como Dios de dioses y Señor de señores; para que lo ames con todo el corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas (Marcos 12:30). Si lo haces de esta manera, no tienes por qué tener otros dioses. Ya es hora de dejar atrás todo lo que te aleje de Él.
Recuerda que el Señor Jesús vino a salvarte del pecado y a darte libertad (Juan 8:32). Si en verdad reconoces a Jesús como tu Dios, tu Señor y Salvador, no vuelvas a tus prácticas de antaño.

Amado Señor: Enséñame a no ser terco(a) y sentarme en mi propia opinión desconociendo lo que dice tu Palabra. Hoy confieso que he sido débil y no me he despojado de prácticas paganas que me alejan de Ti. Señor Jesús, deseo conocerte plenamente para gozar de la libertad que solamente Tú puedes darme. Toma mi vida y hazme la persona que deseas que yo sea. Gracias por perdonar mi infidelidad y mi pecado de idolatría. Reconozco que solamente Tú eres Dios, Señor y Salvador. ¡Te amo Señor!

Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: