lunes, 17 de septiembre de 2018

Nuestro corazón demostrará en quién hemos creído


Podrán desfallecer mi cuerpo y mi espíritu, pero Dios fortalece mi corazón; él es mi herencia eterna. 
Salmo 73:26 NVI.

Lectura: Salmo 73:1-28.  Versículo del día: Salmo 73:26.

MEDITACIÓN DIARIA

Sí; podemos estar agotados física y espiritualmente, pero no importa; seguimos con la mirada puesta en nuestro buen Dios. Es que si la Palabra de Dios dice que los que esperan en Él tendrán nuevas fuerzas; volarán como las águilas; correrán y caminarán sin fatigarse ni cansarse (Isaías 40:31 NVI), es porque así es. Dios no miente. Esta es la certeza de nuestra convicción: la fe que nos mueve a gozar mientras esperamos lo que nos corresponde. Él es nuestra herencia eterna: “Su glorioso poder los dotará de una fortaleza a toda prueba para que sean ejemplo de constancia y paciencia, y para que, llenos de alegría, den gracias al Padre que los ha juzgado dignos de compartir la herencia de su pueblo en el reino de la luz” (Colosenses 1:11-12 La Palabra Hispanoamérica BLPH). Mientras nuestro corazón esté nutrido de la Palabra de Dios podemos resistir los embates del tiempo, de las circunstancias adversas. En últimas será nuestro corazón quien demuestre en quién hemos creído, porque de lo que tiene, eso hablará. Por eso también Dios nos insiste en guardarlo más que todas las cosas (Proverbios 4:23).
Como conclusión se puede decir que, si nuestro corazón está fortalecido, entonces podemos dar a los demás el fruto del gozo que nos ofrece su Santo Espíritu.

Gracias buen Dios por entender que nuestro corazón se fortalece aún mucho más en la adversidad, porque siempre estará gozoso sabiendo en quien ha creído. Gracias por esa bendita gloria que nos espera a tu lado por toda la eternidad.

Un abrazo y bendiciones.

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