María tomó entonces como medio litro de nardo puro, que era un perfume muy caro, y lo derramó sobre los pies de Jesús, secándoselos luego con sus cabellos. Y la casa se llenó de la fragancia del perfume.
Juan 12:3. NVI.
Lectura: Juan 12:1-11.
Versículo del día: Juan 12:3.
ORACIÓN
Amado Señor Jesús:
¡qué bonito aprender de esta mujer! No cabe duda que su entrega a Ti era total.
Bien se sabe que al que mucho se le perdona, mucho ama. Quizá quiso demostrarte
cuánto te amaba y esa fue su manera. Enséñame a amarte de tal manera que sepa
darlo todo para Ti. En la intimidad, cuando esté a solas Contigo pueda
desbordar mi corazón para decirte lo que significas en mi vida. A veces las
palabras no me salen; pero Tú que lo sabes todo, entiendes mi timidez y a la
vez conoces mis inquietudes. Nada vale tanto si no me gozo y deleito en Tu
Presencia. Sí, amado mío; mejor son tus amores que el vino y dulce al paladar.
Cuéntame amor de mi vida ¿dónde apacientas tus rebaños? Quiero estar Contigo mi
Señor; en la quietud del descanso; en las horas de alegría y bullicio; en los
momentos de tristeza y soledad; en donde quiera que esté y como esté, mi deseo
es tenerte siempre ahí. Tu amor y fidelidad son inigualables. Recibe mi adoración
como muestra de perfume grato para Ti. ¡Te amo mi Señor!
Un abrazo y bendiciones.
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