Cristo ofrecido una vez y para siempre

El Señor ha hecho un juramento y no romperá su promesa: Tú eres sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec. 

Salmo 110:4. NTV.

Lectura: Salmo 110:1-7.  Versículo Salmo 110:4.

MEDITACIÓN DIARIA

Este Salmo profético nos revela que Dios hizo un juramento y se refería exactamente al Señor Jesús (Hebreos 5:5-6). Y también nos dice más adelante en Hebreos lo siguiente: “Pero este sacerdote, después de ofrecer por los pecados un solo sacrificio para siempre, se sentó a la derecha de Dios, en espera de que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies. Porque con un solo sacrificio ha hecho perfectos para siempre a los que está santificando” (Hebreos 10:12-14). O sea, el sacrificio de Cristo, ofrecido una vez y para siempre en favor nuestro, para alcanzar la vida eterna.

Señor Jesús: Tú Eres el Sacerdote para siempre y tu sacrificio ofrecido una vez y para siempre es la puerta para que todo aquel que se acerque a Ti pueda tener acceso a la patria celestial. Gracias por una vez mirarnos con amor y buscarnos para seguirte. Enséñanos a ser portadores de la verdad que Eres y a mostrar el camino para guiar a otros hacia la vida eterna. Bendito Señor Jesús, adoramos y exaltamos tu Nombre. Gracias por ser nuestro Sacerdote por excelencia.

Un abrazo y bendiciones.