Antes de formarte en el vientre, ya te había elegido; antes de que nacieras, ya te había apartado; te había nombrado profeta para las naciones.
Jeremías 1:5. NVI.
Lectura: Jeremías 1:1-8. Versículo del día: Jeremías 1:5.
MEDITACIÓN DIARIA
Muchas veces sabemos lo
que el Señor nos ha mandado hacer, pero le vamos dando vueltas al asunto y en
vez de obedecer, empezamos a sacar disculpas de un modo u otro. El Señor le
dice a Jeremías que aun desde antes de formarlo en el vientre ya lo había
apartado para Él y su obra; sin embargo, Jeremías se hace el de la vista gorda
y le dice al Señor: “¡Ah, Señor mi Dios! ¡Soy muy joven, y no sé hablar!” (v.
6), y el Señor le responde: “No digas: ‘Soy muy joven’, porque vas a ir
adondequiera que yo te envíe, y vas a decir todo lo que yo te ordene. No le
temas a nadie, que yo estoy contigo para librarte. Lo afirma el Señor” (vv.
7-8).
Mira, si el Señor te
habla para que le sirvas en su reino, deja todo lo que tengas. Recuerda cuando
le habló a Abram: le dijo que dejara todo. ¿Te imaginas? Abram tenía que dejar
su tierra, familia, sus amigos, su ocupación, su hogar paterno para ir a una
tierra que desconocía completamente, pero Abram no vaciló ni se detuvo a pensar
ni a hacer cuentas de lo que dejaba; simplemente obedeció (Génesis 12:1).
Señor Jesús:
gracias por tu Palabra que es verdad; gracias porque Eres Tú a través de tu
Santo Espíritu quien diriges nuestra vida y nos guías. A veces mi Señor, las
cosas no son como en nuestra carne deseamos que sean, pero Eres Tú mismo
poniendo en cada uno tanto el querer como el hacer por tu buena voluntad.
Enséñanos a depender totalmente de Ti y a confiar plenamente sabiendo que vas
adelante para no temer a nadie y librarnos del enemigo. Gracias, muchas gracias
buen Señor.
Un abrazo y bendiciones.
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