Ante la promesa de Dios no vaciló como un incrédulo, sino que se reafirmó en su fe y dio gloria a Dios, plenamente convencido de que Dios tenía poder para cumplir lo que había prometido.
Romanos 4:20-21. NVI.
Lectura: Romanos
4:1-25. Versículo del día: Romanos
4:20-21.
MEDITACIÓN DIARIA
¡Qué gran ejemplo nos da
Abraham! Aun sabiendo que él ya tenía como cien años y que Sara además de ser
estéril ya se le había pasado el tiempo de poder fecundar, creyó. “Contra toda
esperanza, Abraham creyó y esperó” (v. 18). No solamente creyó, sino que supo esperar.
Nosotros podemos creer, pero no sabemos esperar o peor, ni creemos ni
esperamos.
Cuando Dios nos da una promesa
nunca nos engaña. Él no miente: “Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de
hombre, para que se arrepienta. ¿Lo ha dicho Él, y no lo hará?, ¿ha hablado, y
no lo cumplirá?” (Números 23:19 LBLA). Si el Señor lo ha dicho lo hará y lo
cumplirá.
Así que si tienes una
promesa guardada que no ves todavía su cumplimiento; es hora de empezar a darle
gracias al Señor por lo prometido, creyéndole a Él y esperando su tiempo.
Amado Señor: gracias
porque tus promesas son ‘sí’ y ‘amén’. No nos dejes titubear ni desanimarnos
porque Tú tienes poder para cumplir lo que has prometido. Señor, te necesitamos
en momentos de debilidad para que con tu Santo Espíritu nos fortalezcas y nos
des la seguridad de que Tú mueves las fichas de manera magistral, para darnos
lo que nos has prometido, pero todo en el tiempo tuyo. Enséñanos a esperar
confiados en Ti porque Eres Fiel y Amoroso. Gracias, muchas gracias buen Señor.
Un abrazo y bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario