viernes, 1 de abril de 2016

Su Hijo amado es el fiel reflejo de su infinita misericordia



Por lo tanto, la elección no depende del deseo ni del esfuerzo humano sino de la misericordia de Dios. 
Romanos 9:16.


Lectura: Romanos 9:1-33.  Versículo del día: Romanos 9:16.

MEDITACIÓN DIARIA

La Escritura nos dice bien claro que la salvación no es porque hagamos un sinnúmero de cosas para alcanzarla como por ejemplo: buenas obras, religiones, filosofías, rectitud etc. Nada de esto nos servirá porque no es el hombre llegando a Dios, sino Dios llegando al hombre. Dios Padre fue quien envió a su Hijo Jesús al mundo para que Él fuera el puente que nos condujera hacia Él (Juan 3:16). Por eso dice en Efesios que no por obras para que nadie se gloríe (Efesios 2:8-9). Además: “Nosotros amamos a Dios porque él nos amó primero” (1 Juan 4:19). Jesús vino para buscarnos y alcanzarnos para su reino.
El Señor Jesús vino por toda la humanidad. No solamente por los judíos, los de su pueblo; también por nosotros los gentiles. Pablo en esta Carta nos aclara: “¿Qué concluiremos? Pues que los gentiles, que no buscaban la justicia, la han alcanzado. Me refiero a la justicia que es por la fe” (v. 30 en la lectura). La fe en el Hijo de Dios. El pueblo judío rechazó al Mesías: “Por eso tropezaron con la ‘piedra de tropiezo’,  como está escrito: Miren que pongo en Sión una piedra de tropiezo y una roca que hace caer; pero el que confíe en él no será defraudado” (vv. 32-33).
Dios envió a su Hijo al mundo, y cada uno tiene el libre albedrío para aceptarlo o no en su vida. Mi propia experiencia y mi testimonio como tal, me permiten decirles muy honestamente que el que confíe en Jesús no será jamás defraudado.

Amado Padre Celestial: Gracias porque por tu infinita misericordia nos has mirado y atraído hacia tu reino. Gracias buen Jesús porque sin haber cometido pecado, te hiciste pecado por nosotros para tener la justicia divina y el pase a la vida eterna. Señor Jesús, toma nuestras vidas y haznos las personas que Tú bien deseas que seamos.

Un abrazo y bendiciones.

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