¡Mira, el invierno se ha ido y con él han cesado y se han ido las lluvias! Ya brotan flores en los campos; ¡el tiempo de la canción ha llegado! Ya se escucha por toda nuestra tierra el arrullo de las tórtolas. Cantares 2: 11-12. NVI.
Lectura: Cantares
2:8-13. Versículos del día: Cantares
2:11-12.
MEDITACIÓN DIARIA
¡Qué hermoso y a la vez
tranquilizador es saber que tenemos a un Dios que nos ama sin límite alguno!
Nuestro amado Señor nos cuida y nos busca tal como lo dice aquí: viene saltando
por las colinas, brincando por las montañas; de pie tras el muro espiando por
las ventanas y mirando a través de las celosías. Es que su amor es tan
entrañable, tan infinito, tan bondadoso, tan conquistador, tan a pesar de ser
como somos, que busca la manera de encontrarnos a la hora o momento más
insólito, con tal de poder tenernos cerca de Él. Quizá tu vida ha estado pasando
por un invierno con lluvias tormentosas, borrascas que no paran, pero mira lo
que dice el Amado: “¡Levántate, amada mía; ven conmigo, mujer hermosa! ¡Mira,
el invierno se ha ido y con él han cesado y se han ido las lluvias! Ya brotan flores en los campos; ¡el tiempo de
la canción ha llegado!” (vs. 10-12). ¡Levántate y créele! Regocíjate porque ha
llegado el tiempo de la canción. Tú como Iglesia eres su novia y Él está
cuidando de ti y te invita a que ahora goces porque el cambio ha llegado.
Amado Señor:
muchas gracias porque Eres Tú la razón principal de nuestra vida. Gracias por
cuidar tanto de nosotros y por amarnos como lo haces Tú. ¡Amor tan grande y
verdadero no lo podemos encontrar sino solamente Contigo! Gracias porque somos
deseables para Ti y nos seduces con lindas palabras para aceptar tu invitación.
Ahora quieres que entremos al campo florido porque ha llegado el tiempo de la
alegría donde compensarás todo lo robado por el enemigo. Gracias, muchas
gracias, buen Señor y Dios nuestro. ¡Te amamos y queremos dejarnos amar por Ti!
Un abrazo y bendiciones.
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