viernes, 12 de enero de 2024

Cambiemos la queja por alabanza

 Estos individuos son rezongones, se quejan de todo y viven solo para satisfacer sus deseos. Son fanfarrones que se jactan de sí mismos y adulan a otros para conseguir lo que quieren. 

Judas 1:16 NTV.


Lectura: Judas 1:1-16.  Versículo del día: Judas 1:16.


MEDITACIÓN DIARIA


Judas, quien era también discípulo del Señor Jesús y hermano de Santiago escribió esta Epístola, para alertar a los feligreses sobre falsos maestros dentro de la Congregación. Esto sucedía en los comienzos del cristianismo: unos asistían verdaderamente movidos por una fe inquebrantable y sincera, mientras otros no solamente se quejaban, sino que entraban a formar discordia. Al final de cuentas, el fruto brota en medio del trigo y la cizaña. No podemos negar que, en toda Congregación, los hay y la queja hace parte del desagradecimiento. Poco gusta entablar amistad con personas llenas de reproche, resentimiento y amargura en su corazón. Al contrario, ¡Qué bonito es encontrarnos con personas agradecidas! Hace mucho tiempo, me enseñaron que lo contrario de la alabanza era la quejabanza y sí que es cierto. La persona que no es agradecida vive en constante queja; para ella, todo es malo y por consiguiente lo expresa continuamente. Personalmente pienso que esta actitud trae estrés, tristeza, baja auto estima, desamor, en fin, la queja no deja nada positivo. Mi mami tenía un dicho al respecto: ‘malo porque bogas y malo porque no bogas’; así es la persona inconforme que por lo general es desagradecida.


Señor Jesús: permite que aprendamos mejor a callar en vez de estar criticando o quejándonos porque sí o porque no. Mi Señor, definitivamente pecamos mucho con la boca; perdona nuestra falta de fe y de amor a la vez. Queremos ser discípulos Tuyos con el objetivo claro de comportarnos de la mejor manera. Permite que abunde la alabanza en vez de la queja; que seamos una bandera levantada para los que nos necesitan y que todo lo que llevemos a cabo lleve el sello de tu amor y de tu misericordia. Gracias, muchas gracias, bendito Señor.


Un abrazo y bendiciones.

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