Juan respondió: —Yo bautizo con agua, pero entre ustedes hay alguien a quien no conocen y que viene después de mí, al cual yo no soy digno ni siquiera de desatarle la correa de las sandalias.
Juan 1:26-27. NVI.
Lectura: Juan
1:19-28. Versículos del día: Juan
1:26-27.
MEDITACIÓN DIARIA
Igual podríamos decir
hoy: “hay alguien a quien no conocen”, Preguntarás: ¿por qué lo dices? Y te
respondo, porque el hombre, creo yo, con el avance de la tecnología está aún
más alejado de Dios y poco o nada le interesa conocer quién es Jesucristo y
entender cuál fue su misión al venir a la tierra. Sin embargo, yo que lo
conozco y he podido entablar una relación con Él, al comprender el tamaño de su
sacrificio por mí en la cruz del Calvario, digo igual que el Bautista: ‘no soy
digna ni siquiera de desatarle la correa de las sandalias’.
Mi Señor y mi
Dios: gracias por enseñarme dos grandes verdades que deseo aplicar honestamente
en mi vida: tener tristeza y a la vez responsabilidad de ver el mundo caído y
en un caos total por no conocerte. ¡Utilízame en tu obra Señor! También con
este devocional, me haces entender lo insignificante que soy y lo Grande y
Misericordioso que Eres Tú, que siendo yo una vil pecadora, te entregaste por
mí y viniste a rescatarme de las garras del enemigo. ¡Gracias, mi Señor! Ahora
soy posesión Tuya y además de eso, espero gozosa Tu regreso o el irme Contigo
cuando me llames a tu Presencia. Gracias, gracias, mi bendito Señor. ¡Te amo y
deseo servirte de corazón!
Un abrazo y bendiciones.
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