martes, 23 de enero de 2024

Tú Grande y Misericordioso, yo pecadora rescatada por Ti

 Juan respondió: —Yo bautizo con agua, pero entre ustedes hay alguien a quien no conocen  y que viene después de mí, al cual yo no soy digno ni siquiera de desatarle la correa de las sandalias. 

Juan 1:26-27. NVI.


Lectura: Juan 1:19-28.  Versículos del día: Juan 1:26-27.


MEDITACIÓN DIARIA


Igual podríamos decir hoy: “hay alguien a quien no conocen”, Preguntarás: ¿por qué lo dices? Y te respondo, porque el hombre, creo yo, con el avance de la tecnología está aún más alejado de Dios y poco o nada le interesa conocer quién es Jesucristo y entender cuál fue su misión al venir a la tierra. Sin embargo, yo que lo conozco y he podido entablar una relación con Él, al comprender el tamaño de su sacrificio por mí en la cruz del Calvario, digo igual que el Bautista: ‘no soy digna ni siquiera de desatarle la correa de las sandalias’.


Mi Señor y mi Dios: gracias por enseñarme dos grandes verdades que deseo aplicar honestamente en mi vida: tener tristeza y a la vez responsabilidad de ver el mundo caído y en un caos total por no conocerte. ¡Utilízame en tu obra Señor! También con este devocional, me haces entender lo insignificante que soy y lo Grande y Misericordioso que Eres Tú, que siendo yo una vil pecadora, te entregaste por mí y viniste a rescatarme de las garras del enemigo. ¡Gracias, mi Señor! Ahora soy posesión Tuya y además de eso, espero gozosa Tu regreso o el irme Contigo cuando me llames a tu Presencia. Gracias, gracias, mi bendito Señor. ¡Te amo y deseo servirte de corazón!


Un abrazo y bendiciones.

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