lunes, 28 de agosto de 2017

No dejes pasar el tiempo para honrar a Dios

Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que lleguen los días malos y vengan los años en que digas: No encuentro en ellos placer alguno¸ antes que dejen de brillar el sol y la luz, la luna y las estrellas, y vuelvan las nubes después de la lluvia. 
Eclesiastés 12:1-2.


Lectura: Eclesiastés 12:1-8.  Versículos del día: Eclesiastés 12:1-2.

MEDITACIÓN DIARIA

Por algo hay un dicho que dice: ‘juventud divino tesoro’. Y es que la juventud es una de las etapas más bonitas de nuestra vida porque en verdad, se puede decir que es como color de rosa. Aunque no se tiene la experiencia de la vida, todo se hace sin tanto estrés ni responsabilidad grande encima. Quizá la mayor responsabilidad está en el estudio que comparado con las desavenencias de la vida, vienen a no ser nada. Como no nos podemos quedar en la juventud, tenemos que continuar nuestro andar. Por otro lado confiar en lo que fuimos o tuvimos cuando jóvenes no nos conduce a ninguna parte; en palabras del Predicador ‘esto es un absurdo’ (Eclesiastés 11:10). Son muy bendecidos los jóvenes que han decidido seguir a Jesús porque el Señor de un modo u otro va preparando esos corazones para lo que viene. Por eso leemos en los versículos del día: “antes que lleguen los días malos; antes que dejen de brillar el sol y la luz, la luna y las estrellas, y vuelvan las nubes después de la lluvia”. Es que con la adultez ya las cosas cambian: la responsabilidad de una profesión; tal vez, el haber conformado un hogar con esposa(o) e hijos; la responsabilidad de un trabajo. Todo esto nos va formando y de pronto de golpe en golpe madurando, y si en nuestra juventud no aprendimos a temer al Señor, nos va a ser más difícil soportar las cargas.
Acuérdate de tu Creador antes que sea tarde para entenderlo: la vida es un suspiro y cuando nos damos cuenta ya estamos al otro lado (vv. 6-7 en la lectura). No dejes que el tiempo te detenga para honrar a Dios. Y oremos para que nuestros niños que pronto serán jóvenes se peguen del Único  que puede ahora darles plena libertad y así aprender a comprender el propósito de Dios en cada una de esas vidas.

Oramos Señor por los niños que están comenzando su adolescencia y no han tenido una instrucción adecuada ni un temor reverente hacia Ti. Utilízanos para que podamos brindarles amor, ternura, comprensión y encarrilarlos por la mejor vía que es la tuya. Que nosotros seamos para ellos un baluarte de tu carácter y no una piedra que los haga caer y debilitar en su fe hacia Ti. Gracias buen Señor. ¡Te bendecimos oh Dios!

Un abrazo y bendiciones.

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