Sin embargo, considero que mi vida carece de valor para mí mismo, con tal de que termine mi carrera y lleve a cabo el servicio que me ha encomendado el Señor Jesús, que es el de dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios. Hechos 20:24.
Lectura: Hechos 20:13-38. Versículo del día: Hechos 20:24.
MEDITACIÓN DIARIA
Pablo al despedirse de los ancianos
de Éfeso les confiesa que irá a Jerusalén más no porque quiera sino obligado
por el Espíritu Santo, ya que en todas las ciudades Él le demuestra que le
esperan prisiones y sufrimientos. Sin embargo les dice que no le preocupa
morir, pues no considera su vida de mucho valor porque aspira terminar con
satisfacción la carrera de haber anunciado el evangelio de la gracia de Dios, encargado
por el Señor Jesús. Les recomienda que tengan cuidado de ellos mismos y del
rebaño confiado, ya que llegarán lobos feroces con el propósito de acabarlo
(vv. 28-31). “Ahora los encomiendo a Dios y al mensaje de su gracia, mensaje
que tiene poder para edificarlos y darles herencia entre todos los santificados”
(v. 32). Les recuerda las palabras del Señor Jesús: “hay más dicha en dar que
en recibir”, para que sigan su ejemplo trabajando duro por los necesitados (v.
35).
Leyendo nuevamente con mi esposo el
libro de ‘Una vida con propósito’, he podido entender mejor que nuestra vida
carece de sentido si no es para glorificar a Dios. Antes leía este pasaje como
algo más de la Escritura pero hoy entiendo muy claramente las palabras de Pablo
ya que si el Señor un día también me buscó, entonces me corresponde igual:
terminar con satisfacción la tarea encomendada teniendo en cuenta que mi vida
terrenal es efímera y que la que vale está más allá; por lo tanto mi deseo es
agradar a Dios en todo cuanto haga así como lo hizo Pablo. Que con ese deseo
todos terminemos la carrera.
Amado Dios: Oro a Ti para que como
hijos tuyos anunciemos la buena noticia de tu amor atendiendo la orden de tu Hijo
Jesús. Señor, que discernamos con sabiduría este propósito en nuestras vidas y
estemos listos a cumplirlo. Gracias por utilizarnos y ser en tus manos artífices
en el crecimiento del reino de los cielos. ¡Te alabamos precioso Padre!
Un abrazo y bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario