sábado, 25 de noviembre de 2017

La mejor noticia llegada de lejanas tierras

Como el agua fresca a la garganta reseca son las buenas noticias desde lejanas tierras. 
Proverbios 25:25.

Lectura: Proverbios 25:1-28.  Versículo del día: Proverbios 25:25.

MEDITACIÓN DIARIA

De verdad que es agradable recibir buenas noticias y más cuando llegan de lejos; y todavía mucho más cuando se está lejos de la tierra que nos vio nacer. Supongo que antes eran noticias más gratificantes porque no existían las redes sociales; ahora podemos estar en cualquier parte del mundo y éstas nos acercan. ¡Cómo necesitamos las buenas noticias! ¡Cuánto bien nos hacen! A lo largo de los años se ha anunciado la mejor, la sin igual; tan impresionante ha sido que dividió la historia de la humanidad en un antes y un después. No ha sido una buena noticia, ha sido la mejor de las noticias y que sí que viene de remotas tierras: Jesús de Nazaret, hijo en la tierra de un humilde carpintero vino al mundo como el mejor regalo de Papito Dios para el hombre caído y sin opción alguna de salvación.  Este Jesús de naturaleza humana por parte de María su madre y naturaleza divina por el Padre, no escatimó en hacerse hombre para venir a cumplir su misión y pagar por todos el pecado que llevamos dentro (Romanos 3:23). Jesús nació hace un poco más de dos mil años en una pesebrera siendo el Rey de reyes, pero no le importó. Sufrió y padeció como ningún otro lo pueda padecer, solamente para que nosotros: tú, el familiar, el vecino, amigos, enemigos y yo misma pudiéramos recibir esta buena noticia que cambia la vida para siempre.
Ahora que estamos próximos a celebrar su nacimiento olvidémonos un poco del jolgorio, la parranda, los regalos y comidas. Que lo primero sea aceptar esa buena noticia que tanto bien le ha hecho a la humanidad. Es el mejor de los regalos y Papá Dios te lo está ofreciendo. Si dudas, pruébalo por ti mismo. Dile a Jesús que tome tu vida y déjate transformar por Él; no te arrepentirás.

Amado Dios: ¡Es tiempo de buenas noticias! Muchas gracias por el regalo que nos diste a través de tu Hijo amado Jesucristo. Gracias porque ha sido el único en nacer, morir y resucitar. Gracias porque su tumba está vacía; Él venció a la muerte para darnos a nosotros vida en abundancia y vida eterna. Gracias buen Papito por esta gran noticia que ha cambiado y seguirá haciéndolo en la existencia de todo aquel que se acerque al maravilloso Jesús. ¡Te amamos Dios por tanta bondad derramada sin merecerlo! ¡Gracias Señor Jesús por pagar el precio de nuestros pecados!

Un abrazo y bendiciones.

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