No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta.
Romanos12:2.
Lectura: Romanos
12:1-8. Versículo del día: Romanos 12:2.
MEDITACIÓN DIARIA
Cuando conocemos al
Señor Jesucristo así no hayamos sido criminales ni malhechores, si tenemos
cantidad de vicios que creemos incluso estaban bien vistos porque la misma sociedad
los aprueba, cuando en realidad como cristianos entendemos que no es así. Hay que
cambiar nuestra forma de pensar, y de este modo, poco a poco el Espíritu Santo
quien es el que va haciendo su obra regeneradora en nosotros va sacando de
nuestro interior todo aquello que está mal a los ojos de Dios, pero que no lo
entendíamos en nuestra vieja naturaleza.
El Señor le ordenó a su
pueblo Israel que al entrar a la tierra prometida, no podían seguir las
costumbres abominables que ellos hacían ni pervertir la justicia (Éxodo 23:2; Deuteronomio
18:9-14). El Sacerdote Esdras también los exhorta a dar gloria a Dios y a hacer
lo que a Él le agrada apartándose de los paganos y de las mujeres extranjeras
(Esdras 10:11). Todo esto nos debe servir de ejemplo a los nacidos de nuevo en
el Señor Jesucristo porque somos su pueblo, y lo lograremos en la medida en que
vayamos creciendo de acuerdo a su Palabra.
Aprendamos a revestirnos
con traje nuevo: “Con respecto a la vida que antes llevaban, se les enseñó que
debían quitarse el ropaje de la vieja naturaleza, la cual está corrompida por
los deseos engañosos; ser renovados en la actitud de su mente; y ponerse el
ropaje de la nueva naturaleza, creada a imagen de Dios, en verdadera justicia y
santidad” (Efesios 4:22-24). La vida que llevábamos antes queda atrás porque
empezamos a ser nueva creación a los ojos de Dios; nuestros pensamientos
antiguos tienen que cambiar y nuestro vestido debe ser el de una nueva vida honesta
y santa de verdad como corresponde a personas que Dios ha vuelto a crear para
ser como Él. Por eso, si ya conoces al Señor: ¡Déjate transformar por Él!
Amado
Señor: En verdad, la única manera de transformarnos y renovarnos es cuando te
conocemos y deseamos agradarte haciendo tu voluntad. Enséñanos bendito Dios a
dejar atrás el mundo que antes nos tenía cautivos y que podamos vivir ahora una
vida completamente nueva Contigo y para Ti. ¡Muchas gracias buen Señor!
Un abrazo y
bendiciones.
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