Dichoso el que lee y dichosos los que escuchan las palabras de este mensaje profético y hacen caso de lo que aquí está escrito, porque el tiempo de su cumplimiento está cerca.
Apocalipsis 1:3.
Lectura: Apocalipsis
1:1-20. Versículo del día: Apocalipsis
1:3.
MEDITACIÓN DIARIA
Este es el primer
capítulo del libro de Apocalipsis sobre la revelación que el Señor le dio al
discípulo amado, sobre los últimos acontecimientos mundiales. Miremos que dice:
Gracia y paz de parte del que es y que era y que ha de venir (v. 4). O sea, del
Señor Jesucristo. “¡Miren que viene en las nubes! Y todos lo verán con sus
propios ojos, incluso quienes lo traspasaron; y por él harán lamentación todos
los pueblos de la tierra. ¡Así será! Amén” (v. 7). Cuando el Señor regrese
todos tendrán que ver con este acontecimiento. Se cumplirá lo dicho por los
ángeles a los discípulos, cuando Jesús fue llevado al cielo. “Galileos, ¿qué
hacen aquí mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido llevado de entre
ustedes al cielo, vendrá otra vez de la misma manera que lo han visto irse”
(Hechos 1:11). ¡Ay mi Señor! ¡Espero tan ansiosa ese glorioso día!
El Señor le ordena a
Juan: “Escribe, pues, lo que has visto, lo que sucede ahora y lo que sucederá
después” (v. 19 en la lectura). De hecho, siempre me ha gustado leer el
Apocalipsis. Sé que tiene temas demasiado fuertes porque también nos habla de
la Gran Tribulación pero su seguro retorno y la Nueva Jerusalén me trasladan a
otro sitio y deseo cual novia esperanzada a que mi Jesús venga y me lleve con
Él. Así fue como le escribí en mis primeros albores de mi conversión y aún hoy
sigo repitiéndolo.
Los invito a que lean
este apasionado libro del apóstol Juan. Hay una bendición muy grande para quien
lo hace: “Dichoso el que lee y dichosos los que escuchan las palabras de este
mensaje profético y hacen caso de lo que aquí está escrito”. Personalmente,
algo muy mío, me dice que en realidad “el tiempo de su cumplimiento está
cerca”. Dichoso es sinónimo de bienaventurado y bienaventurado significa:
afortunado y feliz. En el compendio Bíblico es una palabra hebrea que significa
tres veces feliz (feliz, feliz, feliz).
Mi Amado Jesús: gracias
por poner en nuestros corazones el deseo de leer sobre los acontecimientos que
marcarán los últimos tiempos de la humanidad, con el retorno tuyo por tu
Iglesia y la añorada patria de una Jerusalén celestial. ¡Esperamos tu gloriosa
venida Señor!
Un abrazo y
bendiciones.
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