lunes, 10 de octubre de 2016

Tú eres el motivo de mi vida

Pero yo, Señor, en ti confío, y digo: Tú eres mi Dios. Mi vida entera está en tus manos. 
Salmo 31:14-15a.

Lectura: Salmo 31: 1-24.  Versículos del día: Salmo 31:14-15a.

MEDITACIÓN DIARIA

Sí Señor. En Ti confío porque no eres hombre para que mientas, ni hijo de hombre para que te arrepientas (Números 23:19). Porque ahí, en tu Palabra están las promesas todas y ninguna faltará por cumplirse. Porque mi vida está en tus manos y no te soy indiferente. Porque me dices también: No tengas miedo, Dora. Tu petición fue escuchada desde el primer día en que te propusiste ganar entendimiento y humillarte ante tu Dios (Daniel 10:12). Solo me pide el Señor que sea valiente, que no tema ni desmaye porque Él estará conmigo en donde quiera que yo vaya (Josué 1:9).
A veces también me siento errante y angustiada como la golondrina que salió de su nido a buscar otros lares. “Pero algo más me viene a la memoria, lo cual me llena de esperanza: El gran amor del Señor nunca se acaba, y su compasión jamás se agota. Cada mañana se renuevan sus bondades; ¡muy grande es su fidelidad! Por tanto, digo: El Señor es todo lo que tengo. ¡En él esperaré!”

Gracias Señor porque tu fidelidad nunca se agota; cada momento la veo en mí. No importa que llegue la noche porque tengo la esperanza de un nuevo amanecer. Si no fuera por Ti mi Señor, no sé en dónde andaría yo. ¡Tú eres el motivo de mi vida! ¡Gracias, muchas gracias mi Señor!

Un abrazo y bendiciones.

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