Esto es seguridad de salvación

En esto sabremos que somos de la verdad, y nos sentiremos seguros delante de él: que aunque nuestro corazón nos condene, Dios es más grande que nuestro corazón y lo sabe todo. 
1 Juan 3:19-20.

Lectura: 1 Juan 3:1-24.  Versículos del día: 1 Juan 3:19-20

MEDITACIÓN DIARIA

¿A quiénes va dirigido este mensaje? A los que son de la verdad; o sea a nosotros. Recordemos que somos de Cristo y él dijo: Yo soy el camino, la verdad y la vida” (Juan 14:6). Este es uno de los versículos que nos fortalece y da seguridad de salvación porque nos afirma bien claro que nos sentiremos seguros delante de Él puesto que “Dios es más grande que nuestro corazón y lo sabe todo”.

Conozco muchísimas personas cristianas que aun dudan de su salvación. La seguridad de salvación es importantísima en la vida del creyente puesto que determina quiénes somos y para donde nos dirigimos, dejando una huella imperecedera en nosotros con la firme convicción de una patria celestial innegable y gloriosa al lado de nuestro amado Señor Jesús. Si le hemos dicho sinceramente que lo aceptamos en nuestras vidas, entonces hemos reconocido lo que Él hizo en la cruz por nuestros pecados y aceptamos que pagó por ellos. Entonces debemos tener la convicción absoluta de que todos nuestros pecados han sido perdonados. Eso es lo que significa la gracia: ser salvos sin merecerlo; ser salvos solo por amor.  

De ahora en adelante cuando alguien te pregunte si crees que eres salvo, contesta firmemente que sí porque somos salvos por la fe en Cristo (Efesios 2:8-9). Dios no miente y su Palabra lo confirma: “Por lo tanto, ya no hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús, pues por medio de él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte” (Romanos 8:1-2). Somos salvos por la fe en Cristo

Amado Señor: Gracias por la fidelidad de tu Palabra. Gracias por haber venido a la tierra para darnos vida eterna Contigo. La salvación es el regalo más maravilloso que alguien pueda tener. ¡Te amamos Señor! ¡Gracias Dios por mirarnos con compasión!

Un abrazo y bendiciones.