Porque sólo un instante dura su enojo, pero toda una vida su bondad. Si por la noche hay llanto, por la mañana habrá gritos de alegría.
Salmo 30:5.
Lectura: Salmo
30:1-12. Versículo del día: Salmo 30:5.
MEDITACIÓN DIARIA
El amor del Señor es
clemente, misericordioso y bondadoso. Su enojo solo dura un instante, mientras
su bondad es por toda la vida. Lo importante es que cada persona reconozca su
pecado y pida perdón. El Señor lo perdonará y se olvidará inmediatamente de
ellos (Isaías 43:25), y los echa tan lejos como está el oriente del occidente (Salmo
103:12).
Las dificultades pueden
llegar y de hecho vienen así llevemos una vida recta. Recordemos a Job. Eso no
nos debe extrañar; el Señor dijo que en este mundo tendríamos aflicciones pero
que confiáramos porque Él venció al mundo (Juan 16:33).
Siempre he pensado que
la vida cristiana es un lecho de rosas; solamente que hay que saber caminar en
medio de ellas porque son hermosas pero tienen espinas, y espinas que puyan y
duele bastante. Si no fuera por esas espinas, unas más grandes que otras, no
podríamos dar gloria a Dios cuando logramos que sane el pinchazo de alguna. Así
que no importa si en la noche hemos llorado; cada nuevo amanecer es una nueva
esperanza que llega con la luz y el calor del sol.
Amado Señor: infinitas
gracias por el amor incondicional que estás listo a ofrecernos. Gracias por tu
perdón que es verdadero. Gracias también porque cuando llega el tiempo de la
primavera, el sendero se viste de hermosas rosas. Solo te pedimos que nos
enseñes a transitar siguiendo tus pautas para no lastimarnos y causarnos
heridas. Pero gracias Señor porque en medio de cada dolor estás siempre
presente. ¡Te amamos Señor!
Un abrazo y
bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario