jueves, 13 de octubre de 2016

Amor y perdón si tengo al Hijo

Y el testimonio es éste: que Dios nos ha dado vida eterna, y esa vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida. 
1 Juan 5:11-12.

Lectura: 1 Juan 5:1-21.  Versículos del día: 1 Juan 5:11-12.

MEDITACIÓN DIARIA

Bien dice la Biblia que es la Palabra de Dios: “El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida”. Para mí, esto ha sido siempre muy claro, porque ante todo digo que amo a Dios porque me dio a su Hijo para que pagara por mí; pero ahora que estoy haciendo este devocional vienen a mi memoria otros versículos que hablan del amor: “Si alguien afirma: Yo amo a Dios, pero odia a su hermano, es un mentiroso; pues el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios, a quien no ha visto” (1 Juan 4:20). Y creo que esto nos suele suceder; porque si no hemos perdonado es porque no amamos al  prójimo. Quizá allá en el fondo, el Espíritu Santo puede refutarnos y convencernos de ese pecado guardado. Quizá puede existir alguna persona que más bien por tenerla lejos del pensamiento se cree que la hemos perdonado, pero no es así. Quizá también podemos darnos cuenta, que nos incomoda cuando se hace referencia a ella y entonces caemos en cuenta de que algo en nosotros anda mal. No podemos pregonar perdón cuando no tenemos verdadero amor. Entonces hay que actuar de inmediato: solo queda pedirle perdón al Señor y como lo he dicho muchas veces, hay que tomar la decisión de perdonar. Si nos es muy difícil, decirle  sinceramente al Señor que nos ayude con esa carga ya que en los propios medios no lo podemos hacer. Hay una palabra en la lectura que reconforta y alivia al respecto: “Ésta es la confianza que tenemos al acercarnos a Dios: que si pedimos conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que Dios oye todas nuestras oraciones, podemos estar seguros de que ya tenemos lo que le hemos pedido” (vv. 14-15). Estoy segura que la voluntad de Dios es que perdonemos; así que escuchará nuestra oración.
Si hay algo en tu corazón que no ha sido sanado, recurre al que tiene sus brazos abiertos para recibirnos y perdonarnos.

Amado Señor: Gracias por mostrarme mis debilidades y defectos y mucho más por hacerme entender que me falta mucho amor aun para perdonar. Hoy decido perdonar a aquellas personas que me han causado heridas. Sé que sola no lo puedo hacer, pero Tú estás ahí para darme esa dosis grande de amor que sobrepasa mi entendimiento y tener la capacidad de hacerlo. Gracias porque dices que si confieso mis pecados, Tú me perdonarás y además me limpiarás. ¡Gracias bendito Señor!

Un abrazo y bendiciones.


No hay comentarios: