viernes, 7 de octubre de 2016

Perdonar es amar

Queridos hermanos, amémonos los unos a los otros, porque el amor viene de Dios, y todo el que ama ha nacido de él y lo conoce. 
1 Juan 4:7.

Lectura: 1 Juan 4:7-21.  Versículo del día: 1 Juan 4:7.

MEDITACIÓN DIARIA

El amor viene de Dios. Una persona no puede amar a su enemigo si antes no ha conocido a Dios; en ellos, lo entiendo. Pero no entiendo como alguien que se dice cristiano no ama al prójimo. A muchos les queda difícil perdonar y por más que ven el amor de Dios clemente y misericordioso se rehúsan a practicarlo. “En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y envió a su Hijo para que fuera ofrecido como sacrificio por el perdón de nuestros pecados” (v. 10).
Además de esto, en la oración que el Señor nos dejó como excelencia decimos así: “Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores” (Mateo 6:12), enfatizándonos más adelante lo siguiente: “Porque si perdonan a otros sus ofensas, también los perdonará a ustedes su Padre celestial. Pero si no perdonan a otros sus ofensas, tampoco su Padre les perdonará a ustedes las suyas” (Mateo 6:14-15). Sería muy importante recalcar y tener estos versículos en la mente, para recordarlos siempre que fuere necesario.
“Si alguien afirma: Yo amo a Dios, pero odia a su hermano, es un mentiroso; pues el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios, a quien no ha visto”. (v. 20 en la lectura). Recordemos que Satanás es el padre de la mentira y estará dichoso al ver especialmente a los cristianos de ufanarse que lo son, cuando en verdad demuestran lo contrario. El perdón lleva la esencia completa del amor porque el amor cubre multitud de pecados “Y él nos ha dado este mandamiento: el que ama a Dios, ame también a su hermano” (v. 21).

Amado Señor: muchas gracias por tu inmenso amor demostrado en la cruz por nosotros. Gracias porque Tú nos amaste primero y viniste a morir sin tener por qué pagar por nuestras transgresiones. Con este sacrificio nos dejaste el ejemplo vivo de amar a quien nos hace daño y perdonarlos tal como lo hiciste un día en el Gólgota. Gracias por tu amor incondicional. ¡Te amamos Señor y bendecimos tu Nombre! ¡Toda la gloria y honra son para ti!

Un abrazo y bendiciones. 

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