Cuando Jesús vio a su madre al lado del discípulo que él amaba, le dijo: ‘Apreciada mujer, ahí tienes a tu hijo’. Y al discípulo le dijo: ‘Ahí tienes a tu madre’. Y, a partir de entonces, ese discípulo la llevó a vivir a su casa.
Juan 19:26-27. NTV.
Lectura: Juan 19:25-27. Versículos del día: Juan 19:26-27.
MEDITACIÓN DIARIA
El Señor Jesús, hasta el
último minuto estuvo pendiente de su madre María. Según la historia, parece que
ella quedó viuda y por eso Él, confiando en el discípulo amado se la
recomienda. Con esta actitud nos deja muy clara la enseñanza de honrar a padre y madre. (Éxodo
20:12 y Efesios 6:2), para que nosotros también la pongamos en práctica.
Amado Señor Jesús:
gracias porque como hombre, no te olvidaste de ninguna de las cosas terrenales
para que, de igual manera, nosotros también las tengamos en cuenta. Gracias
porque esta enseñanza que parece pasar desapercibida encierra todo el amor
humano de un hijo por su madre y a la vez recompensar lo que ella hace por sus
hijitos. Gracias te damos por nuestras madres; es un regalo precioso tenerlas
vivas y por las que ya se fueron, permítenos recordar su legado para de esta
manera honrarlas siempre. Gracias, buen Jesús. ¡Te amamos!
Un abrazo y bendiciones.
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