Entonces Jesús le dijo: —Yo entré en este mundo para hacer juicio, para dar vista a los ciegos y para demostrarles a los que creen que ven, que, en realidad, son ciegos.
Juan 9:39. NTV.
Lectura: Juan
9:35-41. Versículo del día: Juan 9:39.
MEDITACIÓN DIARIA
La ceguera espiritual es
peor que la ceguera física. Como decía una vieja canción que aprendí en mis
primeros años de cristiana: ‘muchos ciegos van sin quererle ver, llenos de
ceguera espiritual’. La ceguera espiritual, nubla la razón; no permite razonar bien.
El hombre incrédulo está espiritualmente ciego; cree que ve, pero en realidad,
le cuesta aceptar la verdad y la verdad es Cristo. Siempre saca a Dios cuando
ve manifestaciones claras de su poder, pero se busca la excusa perfecta para no
dar su brazo a torcer.
Sin embargo, he conocido
gente con ceguera espiritual fuerte pero que el Señor con su tierno amor y
misericordia les ha mostrado su error y le han reconocido como su suficiente
Señor y Salvador. Espero que, si tú eres un invidente espiritual, le permitas
al Señor un toque en tu vida que te transforme de tal manera que los que te
conocen queden asombrados. Te invito a orar así:
Señor Jesucristo:
gracias por revelarme que soy ciego espiritual. Hoy decido Señor dejarme sanar
por Ti. Toma mi vida, te la entrego para que seas mi Señor y Salvador. Perdona
mis pecados y hazme la persona que deseas que yo sea. Gracias por perdonarme,
limpiarme, darme una nueva vida Contigo y una eternidad a tu lado. Amén.
Un abrazo y bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario