jueves, 13 de julio de 2023

Lo que es en realidad el día del Señor

El sábado se hizo para el hombre, y no el hombre para el sábado —añadió—. Así que el Hijo del hombre es Señor incluso del sábado. 

Marcos 2:27-28. NVI.


Lectura: Marcos 2:23-28. Versículos del día: Marcos 2:27-28.


MEDITACIÓN DIARIA


Pongamos mucha atención a lo que el Señor nos dice aquí en su Palabra: no se hizo el hombre para el sábado. Jesús es incluso Señor del sábado. Es muy importante ponerle atención porque en muchas Congregaciones, se cree que, si no se guarda estrictamente el domingo que es ahora el denominado ‘día del Señor’, se está obrando mal y no hay tal. Muchos cristianos que conozco trabajan los domingos y tienen su día de descanso, el lunes o viernes, por ejemplo; entonces, no se pueden someter rigurosamente a guardar el domingo, porque entonces, convertiríamos en una religiosidad, lo que es en realidad una relación auténtica con el Señor Jesús. En el Antiguo Testamento, el día de reposo para el pueblo de Israel fue el sábado; pero entendamos que ahora somos de un Nuevo Pacto y ese día de reposo se puede sustituir por otro, sin perjuicio alguno en nuestra vida cristiana. Normalmente nos congregamos los domingos y es maravillosa esa reunión porque no solamente nos alimentamos de la Palabra sino también del cuerpo como tal, que son los mismos fieles y esa comunión la necesitamos entre hermanos. ¡Y qué bien nos hace!


Mi buen Señor: gracias por enseñarnos tu Palabra que es verdad; gracias porque no deseas que sigamos viviendo bajo la ley sino bajo la gracia que nos permite ser flexibles sin dejar a un lado lo que deseas para nosotros. Gracias porque hemos entendido que no solamente es ir y escuchar el mensaje; también es ir y tener la común-unión, que tanto bien nos hace. Gracias te doy mi Señor por mi Iglesia; gracias por permitirnos compartir el pan no solamente de la Cena, sino también el pan que ese día por tu intermedio se nos ofrece, para gozarnos del amor Tuyo en la hermandad y bondad que Tú nos enseñaste. ¡Te alabamos Señor!


Un abrazo y bendiciones.

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