Por la gracia que se me ha dado, les digo a todos ustedes: Nadie tenga un concepto de sí más alto que el que debe tener, sino más bien piense de sí mismo con moderación, según la medida de fe que Dios le haya dado.
Romanos 12:3. NVI.
Lectura: Romanos 12:1-21. Versículo del día: Romanos 3.
MEDITACIÓN DIARIA
El apóstol Pablo nos
habla respecto a los dones que cada uno tiene en la Iglesia, diciendo que, así
como el cuerpo es uno solo con muchos miembros que desempeñan diferentes
funciones, en la Iglesia sucede lo mismo: cada quien desempeña una función
distinta. Unos el de servicio, otros el de enseñanza, otros el de dirigir, otros
el de consolación o animación, otros el de socorrer a los necesitados. Lo
importante es que lo que se haga sea como para el Señor y dándolo con amor y
alegría. Por eso nadie debe envanecerse pensando que hace mucho o que es muy
importante. La humildad debe reinar, ante todo.
Pienso también, que se
debe tener en cuenta en cualquier tarea que se realice, tener esa humildad. No
pensar que por su cargo o estudio puede tratar mal a los distintos miembros. En
el cuerpo de Cristo no pueden existir rencillas ni orgullo. Por eso nos recalca
la lectura: “Ámense los unos a los otros con amor fraternal, respetándose y
honrándose mutuamente” (v. 10). Es que el amor debe ser la insignia de todo
cristiano. Desde que se tenga amor y se haga cualquier servicio con este ingrediente
ya se ha abonado mucho terreno.
Señor Jesús:
oramos para que no permitas que entre nosotros se den situaciones de desprecio
o indiferencia hacia el hermano que no tiene los mismos dones o beneficios que otros.
Enséñanos humildad para ser exaltados como lo dice tu Palabra. Pon una sobredosis
de tu amor no solamente hacia las personas por ministrar sino por el mismo
servicio a realizar. Gracias bendito Señor. Gracias por tu enseñanza y por tu
Santo Espíritu, quién es el que nos instruye para realizar la labor como es tu
deseo. ¡Te amamos Señor!
Un abrazo y bendiciones.
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