lunes, 10 de agosto de 2020

Cada uno es responsable de sus actos


Todo el que peque merece la muerte, pero ningún hijo cargará con la culpa de su padre, ni ningún padre con la del hijo: al justo se le pagará con justicia y al malvado se le pagará con maldad. 
Ezequiel 18:20. NVI.

Lectura: Ezequiel 18:1-31.  Versículo del día: Ezequiel 18:20.

MEDITACIÓN DIARIA

Bien lo dijo Dios a través del profeta Ezequiel. Y ahora después de la muerte de Jesús quien fue el que cargó con toda la maldad de la humanidad, con mayor razón. La salvación está disponible para cualquier persona que reconozca el sacrificio de Cristo. Todos hemos pecado y por lo tanto estamos separados de Dios (Romanos 3:23); aquí no excluye a nadie por más bueno que haya sido. La salvación no es por obras, es por la fe en el Hijo de Dios (Efesios 2:8-9). La paga del pecado es muerte (Romanos 6:23); el pecado es el causante de la muerte tanto física como espiritual. En la lectura podemos comprobarlo: “La persona que peque morirá” (v. 4). Sin embargo, el amor de Dios Padre fue tan grande que no escatimó en darnos a su propio Hijo para que viniera a morir por nosotros (Romanos 5:8). Él te está llamando a ti; no a tu padre ni a tu madre ni a tu hermano; es específicamente a ti. Cada uno es responsable de sus actos.
Gracias al bendito Señor Jesús que vino para restituirnos con el Padre y darnos vida y vida eterna. Así que no importa cuán pecador hayas sido tú o tus padres, Jesús ya pagó por ti y su deseo es que te salves. Tú tienes ahorita la oportunidad de hablar con Jesús y entregarle su vida a Él. Ríndete a sus pies y reconoce que eres pecador. Te puedo guiar con una corta oración. Por favor, oremos:

Señor Jesucristo: yo te necesito. Confieso que soy pecador y hoy decido aceptarte en mi vida para que vengas a ser mi Señor y Salvador. Gracias por haber pagado Tú, todo lo que me correspondía a mí. Gracias por perdonarme, limpiarme y darme una vida segura Contigo hasta la eternidad. En tu Nombre Jesús, amén.

Un abrazo y bendiciones.

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