Entonces, ¿por qué tratan ahora de provocar a Dios poniendo sobre el cuello de esos discípulos un yugo que ni nosotros ni nuestros antepasados hemos podido soportar? ¡No puede ser! Más bien, como ellos, creemos que somos salvos por la gracia de nuestro Señor Jesús.
Hechos 15:10-11. NVI.
Lectura: Hechos
15:1-21. Versículos del día: Hechos 15:10-11.
MEDITACIÓN DIARIA
Esto fue lo que Pedro les
contestó a algunos de los creyentes de Jerusalén que querían imponer que los
gentiles debían también circuncidarse y obedecer la ley de Moisés (v. 5). Una
lección más para reforzar lo que es la gracia.
Muchas veces actuamos de
la misma manera; no hacemos lo que nos corresponde debidamente pero sí estamos
encima impartiendo ordenes e incluso señalando con el dedo acusador. Fácilmente
se nos olvida que fuimos perdonados también y que debemos ofrecer amor. El
Señor no necesita que sigamos la ley, pero sí que demos a todos por igual su
nuevo mandato de amor (Juan 13:34). Pedro les dice al respeto de la
circuncisión que ni siquiera ellos han podido llevar esa carga; así que lo
mejor es tener la certeza de ser salvos por la fe en el Señor Jesucristo, por
el regalo maravilloso que nos dio (Efesios 2:8-9). En vez de imponer cargas
impartamos amor.
Amado Señor Jesús:
no nos cansaremos de darte las gracias por el tan inigualable don de la
salvación que nos has ofrecido sin merecerlo en lo más mínimo. Gracias, muchas
gracias bendito Salvador. Enséñanos a llevar tu mensaje tal cual se lo enseñaste
a los primeros gentiles y no permitas que volvamos a la ley imponiendo yugos
que lo único que hacen es alejar a los creyentes de tu lado. Danos sabiduría y
mucho amor para compartir tu mensaje de las buenas nuevas de salvación. ¡Te
adoramos buen Jesús!
Un abrazo y bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario