sábado, 22 de agosto de 2020

¡Semejante sacrificio no puede ser menospreciado!

Y, cuando estos han sido perdonados, ya no hace falta otro sacrificio por el pecado. 
Hebreos 10:18. NVI.

Lectura: Hebreos 10:1-18.  Versículo del día: Hebreos 10:18.

MEDITACIÓN DIARIA

Dice aquí la Palabra de Dios lo siguiente: “Por eso, al entrar en el mundo, Cristo dijo: A ti no te complacen sacrificios ni ofrendas; en su lugar, me preparaste un cuerpo; no te agradaron ni holocaustos ni sacrificios por el pecado. Por eso dije: Aquí me tienes —como el libro dice de mí. He venido, oh Dios, a hacer tu voluntad” (vv. 5-7). Y más adelante: “Y en virtud de esa voluntad somos santificados mediante el sacrificio del cuerpo de Jesucristo, ofrecido una vez y para siempre” (v. 10). Al Padre no le complacían sacrificios ni ofrendas ni holocaustos para perdonar los pecados. El Señor Jesús en obediencia a Dios se ofreció al decir “Aquí me tienes” y “He venido a hacer tu voluntad”. Esto corrobora exactamente el amor de Dios por nosotros: “Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros” (Romanos 5:8). Un amor que sobrepasa todo límite.
Sí; el Señor vino a pagar por todos nuestros pecados. Así como lo ves, todos, absolutamente todos: pasados, presentes y futuros. Es tan cierta esta verdad que después de dos mil años ¿cómo no decir que nos ha perdonado totalmente? No estábamos presentes en el momento de la crucifixión y sin embargo, Cristo pagó por esos pecados que vinimos a cometer en nuestro tiempo. Estos ya han sido perdonados y no necesitamos de otro sacrificio. “Y nunca más me acordaré de sus pecados y maldades” (v 17 en la lectura). Un regalo completo: no solamente nos perdona sino que se olvida de ellos. ¿Hermoso regalo verdad? Palabra de Dios para que la leamos, la entendamos y demos gloria al Señor por su bendita gracia.

Amado Señor Jesús: a veces no entendemos lo que significó tu sacrificio, pero gracias porque cada día nos enseñas más a través de tu Santo Espíritu quien nos revela lo inentendible. Gracias por tu obediencia al Padre. No fue fácil para Ti, pero lo hiciste también por amor a todos nosotros. Permite Señor que el mundo te conozca y te acepte. ¡Semejante sacrificio no puede ser menospreciado! Gracias, gracias bendito Dios y Señor nuestro. ¡Alabamos tu Nombre!

Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: