miércoles, 12 de agosto de 2020

Tus promesas jamás cambiarán


Lo hizo así para que, mediante la promesa y el juramento, que son dos realidades inmutables en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un estímulo poderoso los que, buscando refugio, nos aferramos a la esperanza que está delante de nosotros. 
Hebreos 6­:18. NVI.

Lectura: Hebreos 6:13-20.  Versículo del día: Hebreos 6:18.

MEDITACIÓN DIARIA

Aquí está hablando de acuerdo a la promesa dada por Dios a Abraham, “y dijo: Te bendeciré en gran manera y multiplicaré tu descendencia” (v. 15). Tanto la promesa como el juramento son realidades en Dios que no cambian, con el fin de que tengamos la llama viva de la esperanza ya que su propósito es inmutable. Dios no miente; por lo tanto, todas las promesas dadas se cumplirán. Puede suceder que ni siquiera las podamos ver, pero llegarán. Me explico: conocí una señora que dio el testimonio de cómo ella llegó a los pies del Señor, después de haber muerto su madre, quien había orado por años para que esto sucediera. Su mamita no lo vio porque fue en el tiempo del Señor, no en el de ella; lo importante es que la promesa fue concedida porque cuando Dios lo dice, así es.
Creámosle a nuestro buen Dios. Él solamente desea para nosotros el bien. Tiene planes de bienestar y no de calamidad. Creámosle cuando nos dice que nos guardará de todo mal y que ninguna plaga tocará nuestra morada. Quizá, este es el tiempo para poner a funcionar nuestra confianza en el Dios de los imposibles para el mundo, pero no para nosotros.

Amado Dios: te damos gracias porque siempre estás a nuestro lado dándonos mensajes de amor, esperanza y protección. Gracias porque como dice tu Palabra, no mientes ni te arrepientes de lo prometido. Seguimos confiados esperando en Ti sabiendo que tus promesas son realidades que jamás van a cambiar, porque Tú Eres un Dios inmutable. ¡Te adoramos Señor!

Un abrazo y bendiciones.

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