Durante la noche Pablo tuvo una visión en la que un hombre de Macedonia, puesto de pie, le rogaba: Pasa a Macedonia y ayúdanos.
Hechos 16:9. NVI.
Lectura: Hechos
16:1-10. Versículo del día: Hechos 16:9.
MEDITACIÓN DIARIA
La verdad, yo le pido al
Señor que nos revele muchas cosas como sucedió tanto en el Antiguo Testamento
como con los primeros cristianos. Que nos hable directamente, igual que lo hizo
con Pablo; o que nos de sueños y visiones donde podamos ver su gloria y compartirla,
bien sea con los hermanos de la Iglesia o con los de afuera. ¡Quizá con esto se
conviertan!
No sé hasta dónde seré
necia con esta petición, pero también vuelvo los ojos hacia las Escrituras y en
Joel dice lo siguiente: “Después de esto, derramaré mi Espíritu sobre todo el
género humano. Los hijos y las hijas de ustedes profetizarán, tendrán sueños
los ancianos y visiones los jóvenes” (Joel 2:28). Palabras que Pedro reafirmó
después de Pentecostés, cuando la multitud que los escuchó hablando en
diferentes lenguas creía que estaban borrachos (Hechos 2:17-21). Aquí se
enfatiza el tiempo: “Sucederá que en los últimos días —dice Dios—,”. ¿Estamos
en los últimos días? Puede ser. Esperemos
que el Señor se manifieste con todo su esplendor y gloria. ¡Háblanos Señor!
Amado Señor:
perdona si nos volvemos insistentes con peticiones como la anterior. Te damos
gracias porque ante todo sabemos que poseemos tu bendita Palabra para orientarnos
y seguirla. Gracias porque acatamos tu voluntad y entendemos que puedes
utilizar a hombres o mujeres para proclamar el mensaje de la salvación. Permite
que seamos sensibles a tu voz cuando nos llames a proclamar tu Nombre. ¡Te
adoramos Señor!
Un abrazo y bendiciones.
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