lunes, 16 de julio de 2012

Proseguimos sin desfallecer


Por tanto, no nos desanimamos.  Al contrario, aunque por fuera nos vamos desgastando, por dentro nos vamos renovando día tras día.  
 2 Corintios 4:16.

Lectura diaria: 2 Corintios 4:1-18.  Versículo principal: 2 Corintios 4:16.

REFLEXIÓN

Los cristianos tenemos una base sólida indestructible y una meta que nadie nos puede arrebatar.  Siempre pienso en lo difícil que es andar por este valle y que si no fuera por el Señor, el paso sería muy lento, pesado y tenebroso.  Ahí es cuando se entiende por qué  hay tantos suicidios y por qué la gente se enloquece.  Gracias a Dios en el Señor poseemos todas las fuerzas para continuar; así tengamos que pasar dificultades porque nuestra vida que está moldeada con barro cada día se perfecciona permitiendo que el Señor haga su obra escultora venga lo que venga: “Nos vemos atribulados en todo, pero no abatidos; perplejos, pero no desesperados; perseguidos, pero no abandonados; derribados pero no destruidos” (v. 8).  Para el creyente, las aflicciones le ayudan a coger nuevos impulsos y son estas precisamente las que le imprimen un carácter espiritual sólido e irse formando a la estatura de Cristo, porque “aunque por fuera nos vayamos desgastando, por dentro nos vamos renovando”.
El Señor en su inmensa fidelidad es quien se encarga de fortalecer al cansado y aumentar el vigor de quien desfallece renovándonos día a día; enseñándonos a volar como las águilas, a correr sin fatigarnos y a caminar sin cansarnos (Isaías 40:29-31).  Las águilas tienen una vida larga y para volver a su vigor, primero deben enfrentar un doloroso proceso. Si queremos renovarnos como ellas, tenemos que aprender a ir desechando aquello que nos causa daño; ir botando lo que ya no sirve, para tomar nuevas fuerzas y levantar vuelo más alto.

¡Gracias Señor por tu inmensa bondad! Gracias porque no solamente has perdonado todos nuestros pecados sino que también nos has sanado y rescatados del sepulcro, cubriéndonos con tu amor y compasión.  Gracias porque no solamente volaremos como las águilas sino que al igual que lo haces con ellas, nos vas rejuveneciendo hasta lograr las vasijas deseadas por ti.          

Un abrazo y bendiciones.

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