miércoles, 4 de julio de 2012

No temer ante los enemigos


El Señor mismo marchará al frente de ti y estará contigo; nunca te dejará ni te abandonará.  No temas ni te desanimes.  
 Deuteronomio 31: 8.

Lectura diaria: Deuteronomio 31:1-8.  Versículo principal: Deuteronomio 31:8.

REFLEXIÓN

El enemigo estará siempre acechándonos como animal feroz o ave de rapiña que nos quiere despojar de todo cuanto Dios nos ha dado.  La promesa del Señor no se hace esperar: siempre estará a nuestro lado; jamás nos dejará ni abandonara, así que no hay que darle cabida a ese enemigo que nos afrenta quitándonos la paz, sino hacerle frente.
A lo largo de la Biblia nos encontramos con hombres valientes como Moisés, Josué, David, Daniel por nombrar algunos del Antiguo Testamento y de todos ellos podemos recibir ejemplos de valor y confianza en nuestro Dios.  El profeta Daniel a pesar de haber pasado por diferentes reinados durante la cautividad en Babilonia, jamás desmayó ni dejó de orarle al Señor; por el contrario, ante esas situaciones más doblaba sus rodillas al Dios del universo presentando ante Él sus súplicas y quejas. Cuando fue víctima de envidias por los funcionarios del rey Darío lo arrojaron al foso de los leones solamente por ser recto: “un hombre digno de confianza” (Daniel 6:4), y que buscaba a Dios con dedicación así se le presentaran los enemigos más poderosos y Dios lo respaldaba.  “Cuando lo sacaron, no se le halló un solo rasguño, pues Daniel confiaba en su Dios” (Daniel 6:23b). Su fe y su testimonio de hombre integral permitieron que reyes como Nabucodonosor y Darío reconocieran la grandeza de nuestro Dios Altísimo y soberano sobre todos los reyes de la tierra.
Dios nos llama a vivir en tranquilidad, a no preocuparnos por el mañana así tengamos al enemigo enfrente. Más bien dice: “a ocuparse de sus propias responsabilidades y a trabajar con sus propias manos. Para que por su modo de vivir se ganen el respeto de los no creyentes, y no tengan que depender de nadie” (1 Tesalonicenses 4:11-12).  Esto es lo que nos corresponde hacer: seguir con la cabeza en alto e ir desarrollando lo pertinente de  manera excelente.
El Señor permita que a pesar de los problemas podamos disfrutar de paz y con nuestras actuaciones dar testimonio en contra de tanta injusticia e insensibilidad con la que a diario nos tropezamos, sabiendo que Él marcha al frente sin dejarnos ni abandonarnos.

Amado Dios y Señor nuestro: Doblega nuestro corazón hacia ti para buscarte con el ahínco que mereces, sabiendo que te complace ver a tus hijos en tu perfecta voluntad. Gracias por el valor que nos infundes y porque te tenemos a ti, el Rey del universo quien todo lo puede y nada se te escapa.

Un abrazo y bendiciones. 

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