Su misericordia no tiene límites

Yo sé que el Señor y Dios es Dios de dioses tanto en el cielo como en la tierra. 

Josué 2:11b.

Lectura: Josué 2:1-24.  Versículo del día: Josué 2:11b.

MEDITACIÓN

Estas fueron las palabras que dijo Rajab a los espías israelitas cuando fueron a explorar la tierra de Jericó. Rajab los escondió y de esa manera permitió que el pueblo de Israel llegara a la tierra prometida. ¿Quién era Rajab? Era una prostituta; la mujer señalada con el dedo por todos sus habitantes dada su condición. Pero Dios la restituyó, la levantó y hasta la premio perteneciendo más tarde a la genealogía del Señor Jesús, el Redentor.

Este cuadro nos muestra la misericordia de Dios. Dios no vuelve la mirada hacia atrás cuando le hemos aceptado como el Dios verdadero que es; siempre está dispuesto a permitir que nos reconciliemos con Él sea cual fuere el pecado con el que le hayamos agraviado.  El Señor lo dijo muy claro en su ministerio cuando lo recriminaban por ello: “No he venido a llamar a justos sino a pecadores para que se arrepientan” (Lucas 5:32). Y en Rajab no solamente vemos la infinita misericordia de Dios sino la perfección en su obra, restaurándola totalmente. Eso es exactamente lo que pasa cuando nos reconocemos como pecadores y aceptamos a Jesús como Señor y Salvador.  

Así tus pecados fueren los que fueren, Dios quiere que cambies: “Vengan, pongamos las cosas en claro —dice el Señor —. ¿Son sus pecados como escarlata? ¡Quedarán blancos como la nieve! ¿Son rojos como la púrpura? ¡Quedarán como la lana!” (Isaías 1:18). Rajab fue restaurada y bendecida por Dios. ¡Dios también puede hacerlo contigo! Su misericordia no tiene límites.

Amado Señor y Dios: Reconocemos también que eres el Dios de los cielos y la tierra. Reconocemos que enviaste a tu amado Hijo a morir por nuestros pecados y aceptamos su misión redentora por nosotros. Muchas gracias buen Dios, porque nunca más te vuelves acordar de los pecados con los que te hemos maltratado; antes por el contrario, nos envías a tu Santo Espíritu para que tu obra quede completa con la regeneración total. ¡Bendito eres Señor!

Un abrazo y bendiciones.