lunes, 6 de julio de 2015

Si lo declaramos como Señor y Salvador cumplamos sus mandatos




Hoy has declarado que el Señor es tu Dios y que andarás en sus caminos, que prestarás oído a su voz y que cumplirás sus preceptos, mandamientos y normas. 
Deuteronomio 26:17.


Lectura: Deuteronomio 26:16-19.  Versículo del día: Deuteronomio 26:17.

MEDITACIÓN DIARIA

Es nuestra misión ir y hacer discípulos guiándolos hacia el camino que nos dejó Dios Padre para alcanzar la salvación. Nos dejó el amor más grande que pudiéramos conocer para divulgarlo también: “Ésta es la palabra de fe que predicamos: que si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor, y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo” (Romanos 10:8-9). Cuando aceptamos al Señor Jesucristo en nuestras vidas hacemos nuestra afirmación de fe declarando al Señor como nuestro Dios, Señor y Salvador personal. Eso es esencial, pero quizá hay algo importante que se nos olvida y es lo que dice exactamente el versículo del día; no solamente basta que lo declaremos como Dios sino que además de eso dice: “que andarás en sus caminos, que prestarás oído a su voz y que cumplirás sus preceptos, mandamientos y normas”.
Cuando amamos a una persona queremos estar a su lado y ofrecerle lo mejor. Si  Jesús está en nuestra vida, entonces amémoslo con todo el corazón, con toda la mente y todo nuestro ser como nos lo demanda y espera que lo hagamos. Reflexionemos si en verdad, también estamos dispuestos a andar en su camino escuchando su voz para cumplir sus mandatos, preceptos y amarlo por encima de todo.

Amado Señor: Perdónanos si hemos sido muy ligeros al conocerte y apreciar el don de la salvación que nos has regalado. Queremos presentarnos delante de Ti, rindiendo toda nuestra voluntad a tus pies; dando testimonio ante el mundo que te amamos y nos doblegamos ante tu presencia. No solamente Señor nos conformamos con haberte aceptado como Salvador sino que deseamos agradarte siendo sensibles a tu voz y dirigiéndonos por el camino recto cumpliendo tus mandatos. ¡Gracias Señor por guiarnos en este andar diario!

Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: