Esto sucedió para que todas las naciones de la tierra supieran que el Señor es poderoso, y para que ustedes aprendieran a temerlo para siempre.Josué 4:24.
Lectura: Josué
4:1-24. Versículo del día: Josué 4:24.
MEDITACIÓN DIARIA
El Señor no solamente
mantuvo seco y separó las aguas del Mar Rojo, sino que también lo hizo cuando
los israelitas iban a tomar Jericó, al cruzar el río Jordán. Josué le afirma al
pueblo que eso sucedió para que las naciones de la tierra supieran del poder
del Señor y para que ellos aprendieran a temerlo para siempre.
Igualmente puede
ocurrir con nosotros. Muy seguramente nos habrá sucedido un milagro
extraordinario que ha marcado nuestra vida. Dios es grande y maravilloso y
nunca se queda quieto así estemos ante adversidades
y pruebas. Esto también con el fin de que anunciemos su grandeza y poder; de
que no nos quedemos callados. Lo pregonaremos a nuestros familiares, amigos,
allegados o no allegados, para que su bendito Nombre sea exaltado y muchos por
nuestro testimonio lleguen a conocerlo y temerlo con el temor reverente que Él
merece. Para que cada uno asimismo, nunca lo abandone y deje de amarlo con todo
el corazón, con toda el alma y con todas las fuerzas; es decir, todo nuestro
ser rendido al Dios Glorioso que es.
Y si nunca has tenido
una experiencia de esta clase y piensas que hasta que no se presente no creerás, no seas necio. No te
comportes como Tomás porque el Señor dijo: “dichosos los que no han visto y sin
embargo creen” (Juan 20:29). El tiempo de Dios se agota y para mañana ya puede
ser tarde. Dios es amor y Él nos amó primero mandando a su Hijo para salvarnos.
Reconócelo hoy como Salvador y Redentor de tu vida, como el Dios Soberano,
Todopoderoso, Altísimo, Creador y Misericordioso que es y sométete a Él.
Amado Señor: Muchas
gracias por las obras asombrosas que has realizado en nuestras vidas. Gracias
porque hemos podido ver y afianzar nuestra fe al comprobar lo Majestuoso y
Poderoso que eres. ¡Eres inigualable buen Dios! Permite que alcemos nuestra voz
para que todos sepan y conozcan de Ti. Nadie fuera de Ti puede hacer las maravillas que haces Tú. ¡Te
exaltamos Señor! ¡Toda la gloria y honra son tuyas!
Un abrazo y
bendiciones.
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